Tras la captura de Dairo Antonio Úsuga David, alias “Otoniel”, máximo cabecilla del Clan del Golfo, la estructura más poderosa del narcotráfico en colombia y que surte a los carteles Mexicanos de cocaína para atender el creciente mercado de 50 millones de confesos adictos en Norteamérica ,ya hay dos candidatos que podrían reemplazarlo.
Los dos jefes del grupo armado que podrían llegar al máximo mando ya estarían definidos, según su poder y rango en la estructura que tiene más de tres mil hombres a su servicio en varios departamentos, en el control de la producción de cocaína y marihuana.
Uno de ellos es Jobanis de Jesús Ávila, alias “Chiquito Malo”, quien hoy es el segundo al mando y con injerencia del Urabá antioqueño luego de tomar el puesto de alias ‘Gavilán’, abatido en 2017.
El pasado 7 de febrero, las autoridades dieron un golpe certero al Clan del Golfo, la estructura armada dedicada al narcotráfico más grande del país, al dar de baja a Nelson Darío Hurtado Simanca, alias “Marihuano”, la mano derecha de Darío Antonio Úsuga, alias Otoniel, capturado este sábado 23 de octubre y por quien el Gobierno colombiano ofrecía hasta $ 5.000 millones de pesos y los Estados Unidos 5mil millones de dólares.
El lugar que dejó en la banda criminal “Marihuano” fue ocupado por Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, secundado por Wilmar Antonio Girando Quiroz, alias Siopas, de acuerdo a análisis de inteligencia de la Policía Nacional en un informe.
Alias “Chiquito Malo”,es un temido y astuto desmovilizado del Bloque Bananeros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en el proceso de dejación de armas durante el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, se ganó aún la confianza de Otoniel desde marzo de 2018, cuando reemplazó al abatido alias Gavilán, una de las piezas clave del Clan del Golfo, si bien es cercano a él hace dos décadas.
En el 2018 el gobierno de los Estados Unidos lo solicitó en extradición por narcotráfico y se comprobó que su zona de injerencia eran los municipio de Turbo, El Tres y Currulao en el Urabá antioqueño, una de las subregiones más afectadas por la violencia. Hoy, aún tiene circular roja de la Policía Internacional (Interpol) y por él las autoridades colombianas ofrecen $ 500 millones.
La función del hombre de 43 años de edad en la estructura criminal, integrada por 2.000 hombres armados, asediados por más de 3.000 uniformados de la operación Agamenón —entre Ejército, Policía, Fuerza Aérea y Armada Nacional— es directamente la producción y comercialización de cocaína.
De alias “Siopas” se conoce que su influencia es en el Urabá chocoano y dirige 500 hombres de la estructura “Jairo de Jesús Durango”, aunque apenas dos años atrás estuvo en cabeza del frente “Suley Guerra”.
A este hombre de 40 años, quien también ha sido fiel a alias Otoniel desde hace década y media, se le sindica la muerte de diez policías en Antioquia en hechos ocurridos entre abril y junio de 2018, uno de ellos producto de un atentado con explosivos en la vía que conecta a San Pedro de Urabá y Arboletes.
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