En medio de ires y venires los organizadores de la Pasarela “Somos Pacifico” se tomaron el Quilombo de la Ciudadela Alberto Galindo para exhibir colores, texturas y creatividad, en el marco del vigésimo Festival Petronio Álvarez que se desarrolla hasta el lunes 15 de agosto en Santiago de Cali.
La muestra tomó como partida la cotidianidad en el pacifico Colombiano a través de sus paisajes y su gente, donde se recrearon los principales sentimientos impresos en el día a día de los hombres y mujeres del litoral, como lo es la Alegría. Por esto, su propuesta escénica fue toda una explosión de color que viajó es sus camisetas entre colores cálidos y fríos que invitaban a los recuerdos de los nativos y hermosas platoneras con sus coloridos turbantes, comercializando por las calles los chontaduros, la pepa de pan, en mango biche y otras delicias.
El diseñador Alex Asprilla se lució con estructuras textiles con un 80% en algodón y 20% poliéster, lo que permitió la sublimación de los respectivos temas.
Con la Pasarela “Turbantes”, la asesora de imagen, Amparo Arrechea, resaltó la identidad a través de la moda urbana, por ser ella misma artesana de tradición y multiplicadora en ejercicio.
Inspirada, muestra que a través de los turbantes se logra un ejercicio de resistencia en las actuales sociedades que quieren multiplicar un erróneo estereotipo de mujer, delgada, de cabello liso y que proyecta una imagen superflua que cada vez se decanta más.
Por ello los turbantes, como prenda o accesorio, engalanan todos los looks cotidianos o las fechas especiales, ya que por armonía o contraste, funcionan y fusionan perfectamente. El turbante es un ejercicio ancestral que habla por sí solo. Su tamaño, su color o su textura siempre llevan un mensaje de nobleza, religioso, político o cultural.
La Pasarela “Yemil”, del Diseñador bonaverense Andrés Murillo, hizo gala de la influencia de las diferentes culturas que salen o entran por el puerto. Se inspiró en el ritmo de champeta del continente Africano, por lo que es una propuesta muy sensual y un toque arriesgada, que pasa a extrovertida, expresando los sentimientos de las nuevas generaciones a través de los ritmos nativos que se imponen en el mundo. Murillo fusionó las estructuras textiles con la misma libertad que mezcló los colores.
Mientras que la Pasarela “Rescatando la Cultura”, de la Diseñadora Marlene Tello, hizo converger estilos, colores, texturas y siluetas en un mismo escenario. Faldas de corte hindú, confeccionadas con telas africanas; blusas que se vuelven mantas; vestidos básicos de cortes orientales con esencia de quimonos y trajes de boleros y ornamentación manual retomando los bordados enseñados en los conventos, cerraron la noche Pacífica de la Pasarela.
Fue una noche mágica, donde los turbantes y los accesorios hicieron gala del color y la alegría de los habitantes del Pacífico colombiano.
John Uran
Debe estar conectado para enviar un comentario.