La extracción ilegal de oro y materiales del lecho del río, con maquinaria pesada, en la cuenca del río Palo, fue motivo para que las comunidades del corregimiento El Palo, del municipio de Caloto, denunciaran públicamente, otra vez, la incapacidad de las autoridades administrativas, judiciales, de control, y de la fuerza pública, para defender los intereses comunitarios, detener la destrucción del medio ambiente y la grave contaminación con mercurio y cianuro que se le causa a esta importante fuente hídrica del norte del Cauca.
El concejal de Caloto Gerardo Barona Avirama, quien reside en el corregimiento El Palo, argumentando además que la gente está muy preocupada porque se acabó también el turismo que llegaba al sitio, es notable la presencia armada ilegal, y “por el daño ambiental que le están causando al lugar histórico donde hace 201 años ocurrió la famosa Batalla del Río Palo, en el “Charco Rojo”, que es el principal afluente hídrico que abastece al norte del Cauca afectando comunidades indígenas, afros, y mestizas, por eso se lanza este nuevo SOS”.
La minería ilegal se ha convertido en uno de los mayores problemas de tipo, social, ambiental y económico en las comunidades de Afrocolombianos e Indígenas que ven a banderas desplegadas como se destruyen sus territorios.
Es muy importante entender la amenaza que concierne la minería ilegal sus implicaciones en las comunidades e impactos en las mismas; esta se practica de manera indiscriminada en los territorios de comunidades indígenas y afro y se le llama ilegal por su forma de operar la cual se realiza sin permisos y sin normas de seguridad adecuadas también por el alto e irreparable impacto al medio ambiente.
El caudal del Río El palo se ha venido a menos a causa del Fenómeno del Niño y por la extracción de materiales de arrastre como grava y arena, disminuyendo los lechos de las quebradas y riachuelos que alimentan su espejo de agua.
Por la acción desenfrenada de la minería de río en épocas de verano los afluentes de El Palo y su propio caudal amenaza con quedar reducido a grandes charcos y son brazos secos llenos de piedra y sedimentos con la consecuente desaparición de la riqueza ictiológica.
La intensa actividad minera le extrae al El Palo miles de toneladas de material de gravas y areniscas, y está minando la vida poco a poco de esta vertiente natural, por lo cual se hace necesario un efectivo control por parte de la autoridad ambiental CRC, al cual no se ha pronunciado oficialmente sobre el particular.
En esta zona del Norte del Cauca la extracción de arenas, piedras y balastro del río El Palo en forma excesiva ha causado la degradación de los lechos. La extracción hace evidente la rebaja del lecho del río, lo que permite como negativo resultado ambiental la erosión de las zonas ribereñas o bancos a lo largo de su recorrido hasta desembocar al Río El Cauca.
La extracción de materiales en este lecho fluvial ha causado además la destrucción del otrora hábitat acuático y ripario, a través de cambios marcados en la morfología del río.
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