Dios bendiga este día hermoso en que estamos vivos y saludándote, ciudad que nos cobija a todos, lugar de nuestros amores y nuestros sueños, del trabajo y de la amistad, del sol y de la lluvia que conservan sus ríos, los árboles y las plantas con todo su verdor, el color de nuestros emblemas, y a los habitantes con ese canto “Salve tierra gallarda y valiente hoy tus glorias queremos cantar” que inmortalizó en el Himno a Puerto Tejada el poeta Ricardo Nieto.
Puerto Tejada en sus 118 años de su fundación oficial ha crecido mucho, crece casi sin parar: en este siglo y 18 años, de pronto las últimas décadas, hicieron de nuestro pueblo alegre y bullanguero, una población enorme en número de personas, en inversiones privadas ,en edificios, empresas, fábricas, comercios, instituciones,una ciudad que pese a sus problemas tiene un promisorio futuro, que genera empleo, ocupación y superación material para muchos.
Sus dirigentes y líderes, en el fondo de sus corazones y capacidades de alguna manera, mejor unos que otros muy seguramente, no han dejado de pensar ni de trabajar un minuto en este amañador pueblo, que tiene una magia especial para seducir a propios y extraños.
No todo es malo en el Puerto. La inmensa mayoría de sus habitantes son gentes trabajadoras, que están esperando cambios en ciertos comportamientos sociales y políticos, superar algunas dificultades obvias de los pueblos en crecimiento, pues aquí llevamos juntos muchos años, desde que nacimos, queridos Portejadeños la ciudad de nuestros ancestros, de los amigos, de los niños y de los jóvenes, de las bellas mujeres, de los hombres esperanzados en esta tierra de oportunidades.
Ya son 118 años de Vida Municipal y en honor a la verdad en todas las épocas han habido gobernantes y dirigentes, que han procurado achicar la brecha social que el progreso, a veces también ,sin querer y otras pocas queriendo, agrandaron las desigualdades económicas propias del sistema que impera en el mundo que vivimos.
El suelo que Dios nos ha dado nos pone en ventaja de desarrollo en comparación con otras regiones, pero es usual que el Portejadeño de a pie afirme que el desarrollo no es visible.
Hablar despectivamente de Puerto Tejada es hablar de nosotros mismos, sus calles, sus ríos, paisaje, su legado histórico , su aporte en la construcción de patria y el ornato que nos describen, la que ciudad es el espejo de sus habitantes, cara a cara frente a nuestra propia realidad.
Estamos aquí para hacer un compromiso, afirmando que somos el potencial humano que la provincia merece, para sacarla del letargo moral donde la hemos trasladado.
El reto es recuperar la confianza, la credibilidad y liderazgo perdido que alguna vez tuvimos con connotados dirigentes en el máximo escenario de la democracia y otras instancias en las que nos enorgullecía que nuestros hijos e hijas de esta tierra nos representaran.
No sabemos si es que los que no hacen nada por cooperar, los que critican, los que sólo ven malas noticias y las repiten para que les crean, han tenido alguna vez un plan para intentar arañarle al problema.
En una ciudad con este crecimiento, el reto de los próximos gobernantes contribuir y pensar en las búsqueda de soluciones para superar los problemas más álgidos que generan exclusiones, desigualdades económicas y frustraciones.
Los Portejadeños en el fondo deberíamos estar contentos con estos 118 años que cumple nuestro querido Municipio y cuanto más contribuyamos a construir ciudad, más alegres nos ponemos porque estamos dejando testimonios de fe y optimismo para las nuevas generaciones.
No estamos aquí para buscar culpables, sino para crear conciencia de que existen necesidades que deben ser atendidas por cada uno de nosotros. Claro que sí amigos, porque ustedes deciden si desarrollar el espíritu de servicio y bien común es lo correcto.
Se nos vienen días difíciles porque hemos tomado conciencia de que debemos realizar un cambio de actitud frente a nuestro prójimo, frente a nosotros mismos, nunca es tarde para cambiar.
Desde LA ULTIMA reiteramos nuestro compromiso para que todos los habitantes de Puerto Tejada y quienes están fuera de ella, pero aman entrañablemente este terruño, deseen que tengamos una ciudad mucho más humana, que promueva el respeto y el cuidado de la ciudad través de campañas que garantizan la apropiación del espacio y el sentido de pertenencia de los ciudadanos.
Únase al homenaje del cumpleaños 118 de Puerto Tejada y deje un mensaje diciéndonos cuál sería su regalo para la ciudad.
¡Dios nos bendiga a todos!
LABM
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