Crece preocupación por suerte del sector azucarero
Alerta en el Norte del Cauca y otras regiones por eventual eliminación por el Gobierno de Santos del Fondo de Estabilización de Precios del azúcar, Fepa y las Franjas arancelarias.
El senador Luis Fernando Velasco Cháves, próximo presidente del Senado de la República junto al senador Jorge Enrique Robledo Castillo y otros congresistas del Cauca como los Representantes a la Cámara Carlos Julio Bonilla Soto y Crisanto Pizo Mazabuel convocaron a las fuerzas vivas del Cauca y el Valle del Cauca, para dar conocer el momento que atraviesan los azucareros y las perjudiciales incidencias que tendría el sector agroindustrial si se bajan aranceles o se elimina el Fepa y buscar soluciones ante la grave situación que afronta el sector azucarero y sus derivados en cinco departamentos.
Al foro en Santander de Quilichao, Cauca, en defensa de producción y el empleo en el azúcar y la panela en el Club los Andes al cual asistió el Gobernador de los Caucanos Temístocles Ortega Narváez y algunos Alcaldes del Nortecaucano, empresarios y líderes sindicales ,se dieron a conocer las graves consecuencias sociales y económicas que tendría el sector agro industrial de la Caña de Azúcar y su sustancial aporte económico y social a regiones como el Norte del Cauca y cinco Departamentos en donde se produce Azúcar y se genera más de un Millón de empleos.
En la reunión empresarios del sector azucarero dieron a conocer la delicada situación que afrontan y junto a los más connotados líderes de Cauca y Valle del Cauca, pidieron al Gobierno nacional mantener el fondo de estabilización de precios del azúcar.
El sector azucarero colombiano se encuentra ubicado en el valle geográfico del río Cauca, que abarca 33 municipios desde el norte del departamento del Cauca, la franja central del Valle del Cauca, hasta el sur del departamento de Risaralda.
Históricamente el azúcar en Colombia ha sido considerado un bien estratégico para la economía nacional, esto ha conllevado a que el gobierno haya establecido políticas de protección al sector azucarero, con el fin de asegurar un mercado abastecido domésticamente a un precio razonable que beneficie a los productores de azúcar.
En su intervención el Representante a la Cámara Carlos Julio Bonilla Soto se pronunció frente a la crisis que se desarrolla en el Sector Azucarero y sostuvo que : «Para el suroccidente colombiano la industria azucarera representa una participación del PIB en un 30% aproximadamente, en el Sector Azucarero el 90% del empleo es formal» al tiempo que Llamó a la Unidad regional y de voluntades políticas para rechazar las amenazas de las transnacionales y del Gobierno Nacional del presidente Santos contra la clase obrera y contra la producción de azúcar y de la panela, “ante la posibilidad que se eliminen las herramientas que permiten el desarrollo sostenible de las empresas como el desmonte del Sistema Andino de Franja de Precios SAFP y del Fondo de Estabilización de Precios del Azúcar FEPA».
El Senador Luis Fernando Velasco Cháves por su parte dijo que dará la pelea en el Congreso de la República para evitar esta nefasta intención del Gobierno Santos señaló que “Pensar en eliminar los instrumentos de protección de un sector industrial que enfrenta fenómenos adversos como sobre oferta, reevaluación, especulación e importaciones, es poner en peligro la existencia del mismo. A la vez que puede llegar a ser el punto de partida de una crisis social mayúscula, pues por cada peso de salario en los ingenios, se generan $6,8 para la economía, y por cada empleo directo, se crean 28,4 empleos.”
El Senador Jorge Enrique Robledo Castillo señaló “ Yo he venido sosteniendo que el Libre Comercio si acaba con el Agro Colombiano y golpea a un sector tan importante como el Azucarero.¿Cuánta ruina y atraso productivo, cuánto desempleo y pobreza significan unas importaciones absurdas? ¿Cuánta capacidad de generar ahorro interno -campesino, indígena y empresarial- han destruido y dilapidado tras la estrategia engañosa de cacarear sobre unas exportaciones que no se han dado en 25 años, ni van a darse, para ocultar que las importaciones sí ocurren indefectiblemente porque poderes descomunales las apalancan con prácticas que de libres no tienen nada. Y esta masacre productiva empeorará porque el arrasamiento del agro apenas va en su primera etapa. Hace poco empezó la segunda, la definitiva, que rematará a los sectores agonizantes y acabará también, reducirá a poco o golpeará duro la producción de arroz, azúcar y panela, agrocombustibles, lácteos, oleaginosas y cárnicos -res, cerdo y pollo-, cuya desprotección crece cada año, de acuerdo con lo pactado en los TLC”.
La puja entre proveedores y transformadores de azúcar se está dando en un contexto de fuertes presiones por parte de agencias internacionales para eliminar las ayudas al sector agroindustrial. Por consiguiente, es muy probable que el gobierno nacional y la Superintendencia fallen a favor de los intereses foráneos y en contra de las industrias nacionales, lo que pone en peligro la suerte de miles de trabajadores del sector y los ingresos directos e indirectos de los Municipios en donde tienen su área de influencia.
César Caicedo, presidente de Colombina, tercera empresa a escala nacional en la compra de azúcar, comparte la idea que se debe llegar a un acuerdo con los ingenios, y enfatiza en que se debe hacer dentro del marco del FEPA y del Sistema Andino de Franjas de Precios.
Tanto proveedores como transformadores pertenecen a la misma cadena agroindustrial, y deberán unirse en la exigencia de mejoras en los costos macroeconómicos y la competitividad del país, los cuales sólo podrán optimizarse cuando se cambie definitivamente la política de libre comercio con la que el gobierno nacional persiste en resolver la crisis.
El sector panelero: el eslabón más débil de la cadena
Muchos productos deben su existencia a una norma legal, el caso de la panela es un ejemplo de ello. Los ingenios han intentado dos veces (1940 y 1987) tomarse el mercado de la panela, elaborando el producto en sus instalaciones, y dos veces los gobiernos han prohibido su elaboración a escala industrial a partir del azúcar y las mieles de los ingenios. Sin embargo, siempre que el azúcar alcanza precios bajos, aparecen derretideros de azúcar que ponen en peligro 70.000 unidades agrícolas, las cuales no sobrepasan las 10 hectáreas.
Los paneleros han tenido que soportar la ausencia de capital, créditos, transferencia de tecnología y sólidas redes de comercialización para tener que competir incluso con la producción de panela adulterada. El sector panelero tiene que ser amparado por el Estado, de éstas medidas de protección depende su supervivencia.
De la reunión en Santander de Quilichao se concluyó que los industriales, trabajadores, académicos , gobernantes y dirigentes de las regiones en riesgo, deben cerrar filas para que se mantenga la protección del trabajo, la industria y por ende, de la soberanía nacional.
Voceros de los sindicatos de Corteros de Caña y contratistas no descartaron que en los próximos días se presenten movilizaciones masivas para rechazar la intención de desproteger el sector Agroindustrial de la Caña de Azúcar, así como pequeños paneleros de Colombia.
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