Nuevamente cerca de un millar de corteros y trabajadores que laboran en las cosechas y producción de la caña de azúcar en el Norte del Cauca, se movilizaron manera pacífica por las calles del municipio de Padilla, intentando hacer un llamado a los gobiernos locales, seccional y nacional para hacerle un llamado asuman con entereza y tomen cartas en un asunto de vital importancia para más de 3500 personas que viven directamente de este gremio productivo de la región.
Denunciaron que ha aumentado en los últimos día la presión por parte de las comunidades indígenas para que dejen de desarrollar sus labores, hechos que se suman a la quema de siembras en los terrenos de las fincas cañicultoras, invasiones de los predios y destrucción de maquinaria agrícola para poder trabajar las tierras en varios municipios Nortecaucanos.
La Asociación de Víctimas del Norte del Cauca, dio a conocer que a pesar de ser la cuarta vez en el año en que los trabajadores salen a las calles de diferentes municipios, continúan las asonadas en contra de los terrenos fértiles que hay en la vasta cantidad de fincas azucareras que aportan la mayor fuerza laboral en estas localidades.
“Este año hemos visto cómo invaden y acaban con fincas como Las Cañas, Ukrania López, Maracaibo y Llano de Taula, en donde trabajamos para nuestras familias. Para nosotros como trabajadores, cultivadores, contratistas, propietarios de maquinaria y de terrenos, es desesperanzador que esta situación se mantenga sin que se vea una respuesta por parte del gobierno local y nacional para que se solucione prontamente. Cada semana que pasa las invasiones avanzan y nos quitan más espacios de trabajo, ocasionando inseguridad para el futuro de nuestras familias, pues no sabemos hasta cuándo contaremos con el sustento del cual vivimos” expresó un integrante del Sindicato de Trabajadores de INCAUCA.
Adicionalmente, señalaron en esta movilización que, las intimidaciones que han recibido de personas sin identificar para abandonar sus puestos de trabajo, se han convertido en ataques contra la integridad física de los trabajadores: “Marchamos de manera pacífica por cuarta vez en el norte del Cauca, esta vez en el municipio de Padilla, pues a pesar de nuestro clamor los grupos de invasores continúan atacando nuestros lugares de trabajo, quemando los cultivos en los cuales laboramos, destruyendo la maquinaria, amenazándonos y atentando contra nuestras vidas con piedras y artefactos explosivos tipo papas bombas” señaló Asdrúbal Lasso Mina, cortero de caña.
Voceros de los trabajadores advirtieron además que en los dos últimos años más de 3000 empleos se han perdido literalmente producto de este accionar violento por actores del conflicto y las comunidades indígenas que niegan la posibilidad de que los antiguos dueños de los predios, continúen sus labores relacionadas con la caña.
Los trabajadores de los Ingenios recalcaron finalmente que la situación se torna más caótica gracias a que ni las autoridades de control en el departamento Cauca ni de seguridad nacional, con se han pronunciado con “vehemencia y contundencia” al respecto.
Desde hace varios años, las comunidades indígenas del Cauca, especialmente las Nasa, vienen adelantando un proceso al que denominan “liberación de la Madre Tierra”, el cual explica las ocupaciones que tienen lugar en los terrenos de los ingenios azucareros.
Bajo su perspectiva, los colonizadores los despojaron a ellos de sus territorios de formas violentas. Además de acaparar los terrenos, en detrimento de quien no puede comprar una parcela, les han dado un uso irrespetuoso a los suelos desde entonces, debiendo la fuerza pública intervenir.
El proceso de liberación, que empezó desde 2015, consiste en ocupar el terreno por la fuerza, cortar los tallos de caña y usar el terreno para vivienda y cultivos de pancoger.
Por su parte la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin) anunció que seguirán estimulando las ocupaciones de las tierras en la zona plana y confirmaron que se están adelantando varias jornadas de recuperación.
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