Nueva trifulca en cárcel de Ecuador deja, 68 reclusos muertos y 25  heridos.

Una nueva vergonzosa barbarie, con cuerpos incinerados y macheteados, hundió en el caos a la principal penitenciaría del puerto ecuatoriano de Guayaquil: 68 reclusos murieron y 25 resultaron heridos en la peor masacre desde la que protagonizaron en septiembre bandas del narcotráfico, en la que fallecieron más de cien personas.

Los internos se enfrentaron con armas de fuego y explosivos, pese al estado de emergencia que rige en las sobrepobladas cárceles de Ecuador, donde este año han sucedido de las mayores matanzas en la historia penitenciaria de Latinoamérica.

La comandante de la Policía, general Tannya Varela, informó sobre el trágico resultado de las disputas que han sumido al país en una anarquía carcelaria sin precedentes. En un primer reporte habló de 58 reclusos muertos, pero después la Fiscalía elevó a 68 el número de víctimas mortales e informó de 25 heridos.

Por otro lado, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, publicó un trino lamentando la situación, expresando sus condolencias a las personas que perdieron seres queridos y recalcando que «el primer derecho que debemos garantizar es el derecho a la vida y la libertad ciudadana, lo cual no es posible si la fuerza pública no puede actuar para proteger».

Instantes después, hizo otra publicación y escribió lo siguiente: «Este es un llamado de atención a las instituciones del Estado ecuatoriano, en especial a la Corte Constitucional. Necesitamos herramientas constitucionales idóneas para proteger a la población, recobrar el orden en las cárceles y luchar contra las mafias que se lucran del caos».

La revuelta se apoderó de la penitenciaría, donde en septiembre 119 reclusos fallecieron en una cruel carnicería con decapitados y quemados, y que derivó en la declaratoria del estado de

Con la reciente matanza ya son más de 320 los muertos en las cárceles ecuatorianas en lo que va de año. Los enfrentamientos se prolongaron por horas, durante la noche y con el sistema eléctrico de la cárcel inhabilitado por los reos. La policía evitó ingresar por el alto riesgo que significaba intervenir en medio de los cruentos ataques, según autoridades.

Redacciòn