El Gobierno del Cauca ha anunciado y pedido a los alcaldes articular la creación urgente de un corredor humanitario que le permita a millares migrantes Venezolanos procedentes del Ecuador y otros países suramericanos el retorno a su patria.
Esto gesto solidario requiere apoyar decididamente la atención a estos seres humanos debido a la condición de vulnerabilidad de estas personas, quienes llevaban casi una semana caminando a la intemperie y que transitan de paso en varios municipios del Norte del Cauca como Puerto Tejada y Villarica, sin poderles garantizar el alojamiento para el descanso, ni un albergue para sus extenuantes jornadas, menos la alimentación, por lo tanto, es necesario priorizarlas y resolver esta situación de una manera inmediata y humanitaria.
A estas personas mientras se resuelve el tema del transporte que los conduzca a la frontera con el hermano país de la República Bolivariana de Venezuela, es urgente realizarles un tamizaje en salud.
Es preciso si ciudades como Cali los bloquea por obvias razones sanitarias llamar la atención inmediata del gobierno nacional para que entre de lleno a resolver este gravísimo problema , pero en tanto proporcionarles señalar al menos un kit de alimentación, aseo y bioseguridad.
Desde 2018 Colombia ha recibido unos 1480 millones de dólares para ayudar a venezolanos: ¿A dónde ha ido ese dinero?
Y eso sin contar que ACNUR, la iglesia católica y otras Organizaciones No Gubernamentales también contribuyen con el bienestar de los migrantes.
Casi 6 billones de pesos, provenientes especialmente de Estados Unidos, la Unión Europea, el Banco Mundial y Japón para sobrellevar la migración venezolana.
Al menos un millón y medio de venezolanos han utilizado al país como trampolín para dirigirse a Ecuador, Perú, Chile y Argentina en un traspaso migratorio continental que hoy los tiene de regreso por cuenta de la falta de oportunidades que no se le dieron y por los efectos de la crisis del COVID-19.
Digno ejemplo de imitar lo que hizo el alcalde de Cali Jorge Iván Ospina al haber enviado vía terrestre y aérea a centenares de venezolanos en un gesto de responsabilidad y sentido humanitario para contrarestar el crecimiento exponencial de una problemática social que agrava la convivencia y seguridad en la capital vallecaucana.
Con las urgencias manifiestas decretadas por los entes territoriales y con el aporte y voluntad del gobierno nacional se hace necesario que los migrantes regresen lo más pronto posible al principal puerto de ingreso como lo ha sido Cúcuta, donde se han concentrado las ayudas nacionales e internacionales y por donde pueden regresar a su patria, en donde al menos tienen sus seres queridos y sus techos donde vivir,mientras pasa la pandemia.
Además al menos no pasaran las penurias, humillaciones y tratamientos indignantes de xenofobia porque el régimen del presidente Maduro les puede seguir dando en medio de la crisis que están padeciendo comida subsidiada y regalada a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que se encargan desde hace muchos años de distribución de alimentos promovidos por el Estado de Venezuela en los cuales las propias comunidades abastecen y distribuyen los alimentos prioritarios a través de una modalidad de entrega de productos casa por casa.







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