Mucho se habla en Colombia de los procesos de minería ilegal para la extracción de oro que se desarrollan a lo largo y ancho del territorio con consecuencias catastróficas para el ecosistema y la supervivencia de quienes habitamos este planeta.
Pero existen otras clases de minerías que pueden ser igual o peor dañinas por la devastación que dejan a su paso.
No es necesario trasladarnos a remotas tierras selváticas para encontrar este fenómeno que día a día cobra más espacios productivos convirtiéndolos en humedales o lagos artificiales.
Basta hacer un recorrido por la zona rural del municipio de Villa Rica, concretamente las veredas de Agua Azul, Chalo, la primavera y Juan Ignacio, encontrándonos innumerables sitios que ayer fueron fincas tradicionales que proporcionaban el sustento a los hogares campesinos y hoy están convertidos en socavones improductivos a causa de la extracción de arcilla para las empresas ladrilleras que funcionan en la zona.
Pero allí no para todo. Quienes explotan el preciado material natural, lo hacen al parecer con autorización de la autoridad competente (Ingeominas) quienes expiden las licencias de explotación, pero irresponsablemente la CRC no ejercen ningún control sobre su uso, delegando este papel en los alcaldes quienes en nada han intervenido so pretexto que son ellos la autoridad local, pero sin facultades para invalidar una autorización expedida por autoridad competente.
Hemos tenido la oportunidad de acompañar un sector de la comunidad en actos de reclamación ante quienes se lucran con la actividad, y además están preocupados por su futuro; pero la verdad sea dicha, no se encuentra consenso por parte de los afectados y en muchos casos pareciera no interesarles el tema.
Sin embargo,comunidades de ese sector Nortecaucano han pedido a la autoridad ambiental elaborar un diagnóstico de la situación actual de la producción ladrillera en Poblaciones como Villarica, Guachené, Caloto, Puerto Tejada y padilla en donde se señalen claramente los impactos sociales y ambientales generados por una actividad que se desarrolla con un bajo nivel tecnológico.
Lo cual podría servir como punto de partida para presentar unas alternativas de solución que contribuyan en el futuro a solucionar el problema hasta ahora presentado, con miras a disminuir los impactos generados, ofreciendo alternativas de producción amigables con el medio ambiente, lo cual permitirá mejorar el nivel socioeconómico y la calidad de vida de los habitantes de la región.
Ya es hora que para quienes se dedican a esta producción artesanal e industrial se exijan prácticas técnicas adecuadas y eficientes para la explotación, beneficio, transformación y procesamiento de los recursos mineros, lo que ha traído como consecuencia, un bajo nivel de productividad por pérdida de recursos y por la generación de efectos negativos para el medio ambiente.
La explotación minera tradicional, en su gran mayoría, se viene ejerciendo de una manera espontánea, sin obedecer a planes mineros y ambientales que se enfoquen al desarrollo sistemático y programado de las actividades basadas en programas de exploración y explotación minera técnicamente diseñados.
De otro lado, los municipios, aunque puede llegar a recibir algunos beneficios económicos por la explotación, es el directamente afectado por los efectos ambientales negativos derivados de dicha explotación y sobretodo que los galpones y plantas transformadoras existentes, que por ser netamente artesanales, generan alta contaminación permanente, entrando en conflicto permanente con otros sectores productivos como el agropecuario y ganadero, y con la zona de expansión urbana, además por estar en la informalidad e ilegalidad no pagan los tributos a los entes territoriales.
Las comunidades están pidiendo a la autoridad ambiental CRC intervengan para buscar alternativas de solución y evitar a futuro mayores impactos en la salud humana y en los recursos naturales que son afectados por las emisiones atmosféricas, los residuos sólidos y los vertimientos causados por esta actividad, para entonces tomar de decisiones en pro de la protección del medio ambiente, garantizando el derecho al trabajo y al ambiente sano de toda la población aledaña.
Alfredo Viveros Balanta
Debe estar conectado para enviar un comentario.