El Subteniente Esteban Díaz Flórez adscripto al Comando de Policía de Puerto Tejada tras ver jugar una tarde a Kevin Estiven Vallecilla Saa en una jornada de integración entre jóvenes en alto riesgo en el populoso Barrio Carlos Alberto Guzmán, no vaciló en sugerirle que “en verdad estaba perdiendo tiempo sin hacer nada, sin estudiar y sin un proyecto de vida en medio de las pandillas que suelen enfrentarse en este marginado sector».
El uniformado de inmediato conversó con su padres y algunos dirigentes locales deportivos para ponerse al frente de buscarle un mejor destino y espacio en donde demostrara “que tenía madera y sabía jugar muy bien el balompié, pero que requería del apoyo y oportunidad para demostrar sus condiciones atléticas, propias de muchos muchachos de Puerto Tejada”, asegura este miembro de la institución policial que sin saber se estaba convirtiéndose en un caza talento futbolístico.
Mediante una serie de llamadas el Subteniente Díaz Flórez logró que fuera admitido este joven de 17 años en el Club Atlético Ibagué, institución futbolera que viene exitosamente formando, orientando y educando niños y jóvenes para para el mejoramiento y perfeccionamiento de las capacidades motrices básicas mediante procesos pedagógicos, técnicos, físicos, teóricos, psicológicos y tácticos.
Y fue así que el Director Deportivo, el San Andresano Antonio Saams de la Rosa, Ex jugador de futbol profesional del Deportes Tolima 1994-2005, Técnico deportivo universidad del Tolima en el 2007, aceptó que le fuera enviado con el permiso de sus padres, para ensayarlo y observarlo, quedando sorprendidos por la fibra talentosa y el rápido nivel alcanzado en su corta edad.
Por ahora se espera gratamente en su casa y en Puerto Tejada que Kevin Estiven , siga demostrando por características y destrezas deportivas individuales, que puede llegar a ser una gran figura del fútbol Colombiano, gracias al apoyo y visión de un uniformado de la Policía Nacional que sigue su labor en rescatar y mejorar las condiciones de vida de muchos jóvenes que por falta de oportunidades suelen caer en el pandillismo y los malos hábitos.
Este joven Portejadeño tiene hoy una nueva esperanza, un promisorio futuro en un club deportivo que le puede ofrecer una enseñanza futbolística de alto nivel con un equipo de profesionales altamente capacitados, en donde podrá consolidar y desarrollar sus innatas cualidades físicas con una formación técnico- táctica básica, lejos del mundo ruidoso y perverso en el que por cosas de la vida y la sociedad les toca vivir muchos de sus vecinos de cuadra y barrio al oriente de esta población Nortecaucana.
“Siento gran pasión por el fútbol, pero no se trata solo de fútbol. También me tengo que concentrar en poder estudiar y aislarme sobre todo de la tentación de la violencia y los problemas que ella conlleva” sostuvo el menor quien fue acogido en Ibagué.
Se convierte esta labor de un miembro de la Institución Policial en un ejemplo de como también se puede implementar programas e iniciativas sociales y comunitarias con el objetivo cambiar la mentalidad de jóvenes con conducta en riesgo, ofreciéndoles la oportunidad de integrarse a la convivencia comunitaria como miembros activos y de bien, convenciéndolos que tienen una oportunidad en la sociedad sin incurrir a la violencia y la delincuencia.
Pese a que las Pandillas juveniles se han convertido en un dolor de cabeza para las autoridades y la ciudadanía,de otro lado tras intentar desmantelarlas, de igual manera se viene proporcionando técnicas y herramientas mediante talleres vivenciales, con el propósito de despertar su nivel de conciencia a través de dinámicas motivacionales, actividades deportivas, talleres de arte y de reinserción social, espacios lúdicos,testimonios, entre otros , brindando apoyo psicológico y emocional a los infantes y jóvenes que hayan sufrido de abandono, maltrato físico y sexual.
Por: Gloria Inés López Horduhy
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