POPAYAN A LOS PIES DEL SANTO ECCE HOMO ESTE 1 DE MAYO
Hoy Primero de Mayo la clase trabajadora y millares de devotos de esta advocación religiosa tradicional católica se congregaran en la capital Caucana para darle gracias por la oportunidad de trabajo, empleo u ocupación que tienen por voluntad de la Divina Providencia.
El Santo Ecce Homo es una escultura de talla completa y desnuda hecha de madera policromada de origen Quiteño1 del siglo XVII1 que representa a Jesucristo cuando Poncio Pilatos lo presenta al pueblo con las palabras ¡He aquí el hombre!, que en latín se tradujo en la Vulgata como Ecce Homo.
La imagen reposa sobre un Trono de plata repujada. Sobre su cabeza reposan tres coronas o potencias doradas y con piedras preciosas, y en su mano derecha lleva una caña. Es venerado en la Santuario de Belén (Popayán), Colombia. El Santo Ecce Homo es el patrono de Popayán y también desfila en la procesiones de la Semana Santa de Popayán.
Actualmente desfila en las procesiones la réplica hecha por José Lamiel. Para un observador externo y circunstancial no resulta fácil comprender el valor de pertenecer a una comunidad cuya clase trabajadora, desde finales de la década de los años 40, celebra el Primero de Mayo, Fiesta Internacional del Trabajo, de una manera que parece ser única en el mundo: con una procesión multitudinaria al Amo Ecce Homo, que si bien a primera vista podría interpretarse como una típica ceremonia religiosa, en el fondo constituye una inequívoca expresión de clase y una contundente manifestación de fuerza social, surgida en los años de represión y de violencia política que rodearon el asesinato del líder liberal Jorge Eliecer Gaitán.
De hecho, mientras las procesiones de Semana Santa constituyen un espacio de encuentro en communitas de integrantes de distintas clases sociales, con una notoria participación de miembros de las clases alta y media alta, junto con obreros y trabajadores, la procesión del Primero de Mayo no solamente es considerada “patrimonio exclusivo” de la clase trabajadora (entendida en sentido amplio, pues en ella participan como cargueros y alumbrantes tanto trabajadores como campesinos y empleados de los sectores público y privado), sino que sus fundadores “eran fundamentalmente trabajadores de tendencia liberal que compartían las ideas de Jorge Eliecer Gaitán.”
En el imaginario popular de Popayán, la imagen original del Amo Ecce Homo, Patrono de la ciudad, que fue traída “en bruto” de Pasto, en el año de 1680 (por el artesano don Juan Antonio de Velasco “hombre sencillo y rico, quien compró algunos solares en la colina de Belén a Doña Catalina Moreno de Zúñiga, primera dueña de la parte del cerro de la M que daba a la ciudad” es “el Amo liberal”, mientras que la réplica idéntica elaborada por el escultor Asencio Lamiel por encargo del doctor Guillermo León Valencia ante el deterioro de la primera imagen (posteriormente restaurada) por acción del comején, representa al “Amo conservador”.
Destacan Pérez y Alvarez que “el gesto de la Junta (del Amo) de restaurar la imagen original, revela que el pueblo adoraba una imagen irrepetible, que en sí misma tenía características vitales e inalienables para sus adoradores. Es así como se restaura la imagen quiteña, introduciendo en su interior madera nueva como quien virtualmente hace cirugía a un ser vivo y único.”
Dicha imagen, al igual que su réplica “representa a Jesús, sentado, maniatado, coronado de espinas, vestido de púrpura, cetro de burla a la izquierda sostenido con la mano derecha. El rostro divino refleja serena angustia y de las muchas llagas del Salvador mana abundante sangre redentora” y desde 1777, durante todo el año, con excepción de la época de Semana Santa, permanece en el Santuario de Belén, el año pasado por cuenta del Senador Liberal Luís Fenando Velasco Cháves fue restaurada.
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