Redada contra pandillas juveniles  y microtráfico deja 132  muertos en Brasil.

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Una redada policial y las subsecuentes escaramuzas con una banda de narcotraficantes incrustada en barrios deprimidos de Río de Janeiro han dejado 132 muertos, informaron autoridades el miércoles, al día siguiente de que el masivo operativo suscitó denuncias de uso excesivo de fuerza.

La cifra  de momento arroja  128 sospechosos y cuatro policías muertos en la redada del martes por unos 2.500 policías y soldados en las favelas de Penha y Complexo de Alemao. 

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva está “horrorizado”  y visiblemente indignado por el número de muertos que dejó el martes 28 de octubre la operación antinarco más letal de la historia de Rio de Janeiro, dijo este miércoles su ministro de Justicia, mientras se esperaba una reunión entre las autoridades nacionales y las estatales en medio de una fuerte tensión política.

Felipe Curi, secretario de la policía del estado de Río, declaró en una conferencia de prensa que se encontraron cuerpos adicionales en un área boscosa donde, según él, llevaban camuflaje mientras luchaban con las fuerzas de seguridad. Dijo que los residentes locales habían retirado ropa y equipo de los cuerpos y que ello se investigaría como manipulación de pruebas.

Pero la escala y letalidad de la operación del martes no tienen precedentes. Organizaciones no gubernamentales y el organismo de derechos humanos de la ONU rápidamente expresaron preocupaciones sobre el alto número de muertes reportadas y pidieron investigaciones.

Los objetivos declarados de la operación eran inicialmente capturar líderes y limitar la expansión territorial de la banda criminal Comando Vermelho (Comando Rojo), que ha aumentado su control sobre las favelas en los últimos años.

El gobernador Claudio Castro, del opositor Partido Liberal conservador, afirmó  que Río estaba “solo en esta guerra” y continuarán los operativos  contra las bandas y pandillas juveniles.

El mandatario calificó este miércoles como un “éxito” la operación policial contra el narcotráfico que dejó más de 100 muertos en las favelas de la zona norte de la ciudad, en el operativo más letal de la historia del estado.

“La operación fue un éxito, de víctimas sólo tuvimos a los policías”, afirmó Castro en una comparecencia de prensa, pese a que las cifras y testimonios apuntan a una masacre sin precedentes. El mandatario, responsable de la Policía Militar, aseguró tener “mucha tranquilidad” sobre el accionar de las fuerzas de seguridad y rechazó las críticas del Gobierno federal por la violencia desplegada.

Señaló que el gobierno federal debería estar proporcionando más apoyo para combatir el creciente crimen y bandas delincuenciales, en una crítica a la administración del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

Finalmente las  autoridades informaron, que el operativo contó con unos 2.500 agentes y dejó también cuatro policías fallecidos. Las fuerzas del orden lograron detener a 80 personas, entre ellas a Thiago do Nascimento Mendes, alias Belao do Qutungo, uno de los líderes del Comando Vermelho.

La policía incautó una treintena de fusiles de guerra y otras armas, y aseguró haber sido recibida con explosivos lanzados desde drones.

 

 

Redacciòn