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Las autoridades han confirmado que Anderson Andrey Vargas, alias “Kevin” se entregó al Ejército en el sector de El Estrecho en municipio de El Patía al sur del departamento del Cauca el principal cabecilla de la estructura delictiva Carlos Patiño facción del Estado Mayor Central (EMC) y uno de los más buscados de la más grande disidencia de la antigua guerrilla de las FARC.
Al EMC con más de 13 mil integrantes en sus filas, dirigido por Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco”, el gobierno le atribuye numerosos ataques de los últimos meses en el suroccidente de Colombia, entre ellos el atentado contra una base aérea en Cali que el pasado jueves dejó al menos siete muertos y más de 70 heridos.
“Con la caída de alias Kevin se derrumba el círculo más cercano del cartel de alias Mordisco. La mejor salida para los demás integrantes de estas estructuras es la desmovilización: su violencia absurda no tiene futuro”, señaló el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez.
Según Sánchez Suárez, el desmovilizado Vargas llevaba 16 años en las disidencias y era responsable de ataques con drones cargados de explosivos, hostigamientos a la fuerza pública, instalación de minas antipersona, reclutamiento de menores y asonadas en el Cauca.
Alias “Kevin” era considerado un objetivo de alto valor, por quien el Gobierno ofrecía una recompensa de hasta 1.641 millones de pesos.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro destacó que se trata del segundo cabecilla de esa organización que se entrega en los últimos meses, y subrayó que la presión militar “desarticula la cadena de mando y rompe la articulación criminal con alias Mordisco”.
En junio pasado, la comunidad de El Tambo al parecer presionada por los disidente permanecieron retenidos por 48 horas a 57 militares. El hombre detrás de ese hecho era alias “Kevin” quien mantenía pleno control territorial en la zona que comprende los municipios de Argelia y El Tambo, teniendo como centro de sus operaciones delincuenciales el corregimiento de El Plateado.
Informes de inteligencia también revelaron que el cabecilla–en su intención de lograr el control total del Cañón del Micay– le tendió una trampa a alias Mocho, otra cabecilla disidente: con engaños, lo hizo subir a un camión cargado de explosivos que detonó por temporizador.
“La salida de alias Kevin desarticula los subsistemas político, logístico, armado y de control territorial del frente criminal Carlos Patiño y rompe el enlace directo con alias ‘Mordisco’. Este debilitamiento abre una oportunidad para disputar el control estratégico del Cañón del Micay y genera un efecto comunicacional favorable a la Fuerza Pública, demostrando que la presión militar induce la rendición de cabecillas”, precisó el presidente Petro Urrego al conocerse la entrega de este jefe disidente.
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