La feria de productos verdes de la mano de La Fundación Club Campestre y La CVC.

Lugareños de cinco corregimientos expusieron con éxito sus productos orgánicos.

644 vistas.

Por Álvaro Miguel “El Negro” Mina.

Campesinos y ecologistas emprendedores, participaron de la primera exposición y comercialización de productos naturales, frescos de huertas caseras, sin químicos, ni preservantes.

La feria promovida por la Fundación Club Campestre de Cali, y la CVC, contó con el apoyo de sus mil 800 socios, núcleos familiares y amigos. La cual se realiza en la sede principal del sur de la Ciudad, durante los días 23 y 24 de mayo.

Este exitoso proyecto cabalga de la mano con el emprendimiento de conservación de las cuencas de los  ríos: Meléndez, Lili y Cañaveralejo, dónde se han sembrado 250 mil árboles de especies nativas y maderables.

Julián Sardi, presidente de la Fundación Club Campestre, aseguró que para este año se tiene prevista la siembra de 55 mil árboles más

Los asistentes adquirieron entre otros productos: Orquídeas, plantas medicinales y exóticas, además de café orgánico, esencias, aderezos, antipasto, artesanías, dijo la gerente de la fundación, Juliana Maya. En diálogo con el Periódico La Última y “El Negro” Mina, la líder gremial, nos contó.

Así mismo se comercializó el fertilizantes, “Silicio Orgánico”, conocido como el elixir de la fluorescencia y productividad de legumbres, frutales, plantas ornamentales y cultivos en general, según su productor Eucario Bermúdez, elaborado a base de cascarilla de arroz. Un litro de éste fertilizante diluido 200 litros de agua, mediante aspersión alcanza para una hectárea de terreno y se utiliza de acuerdo al ciclo fenólico del cultivo.

 

Miel de abeja, propóleo, hidromiel; y el mágico probiótico “kombucha”, a base de Té Verde y Té Negro, para la protección de la Flora Intestinal, desde el Corregimiento de Felidia, para tiendas naturistas del sur occidente del país, fueron distribuidos, dijo la empresaria Martha Vega.

Otra de las novedades de éste periplo comercial de emprendedores artesanales, fueron las hortalizas y huevos doble yema de “Gallinas Felices”, provenientes del Perú; las cuales picotean las hiervas y pastizales de Villa Carmelo.

De acuerdo a la emprendedora Mónica Medina, estas aves de corto vuelo, a los seis meses colocan el primer huevo. Producción que se extiende durante año y medio.

Luego es sacrificada y su carne muy apetecida, por su colágeno y sus poderes afrodisíacos, producto de sus largos recorridos mañeros por éste paraíso de Flora y Fauna.

Mónica Medina, recordó que desde Villa Carmelo, ahí entre las nubes, se brinda una experiencia única en agro/ ecoturismo, destacándose las vistas panorámicas sobrecogedoras de la Ciudad de Cali, la Cordillera Central, el Nevado del Huila, tres cascadas, una de éstas con una caída de 130 metros, en los Farallones de Cali.

La propuesta se centra en la conexión con la naturaleza, ofreciendo actividades al aire libre, alojamiento sostenible,  comprometido con la estabilidad del entorno.

En esta reserva se conservan 154 especies de aves nativas, pumas, venados y tigrillos. Vale anotar que, durante los últimos recorridos se han observado pisadas de Oso, en los pantanos.

 

Por su parte María Galina Triana, vocera de la CVC, aseguró que mientras se trabaja en la recuperación de la cuenca hídrica proveniente de los farallones de Cali, qué da vida a los ríos, Lili, Meléndez y Cañaveralejo, se busca el fortalecimiento de negocios, y emprendimientos, teniendo como base principal, la ventanilla de negocios verdes.

Ante el éxito de ésta ventana comercial de emprendedores campesinos, los directivos de la Fundación Club Campestre, contemplan la promoción del turismo de naturaleza, en defensa de la flora, fauna y vegetación.

Teniendo como objetivo el apoyo a la economía circular, promoviendo los productos y servicios amigables con el medio ambiente, en la Comuna 18 y zona rural de Cali, la cual impacta y favorece a unas 200 mil personas.

Además del avistamiento de aves en los farallones, para nativos y turistas, durante las festividades de fin de año, en la Capital del Valle, nacida de “una sonrisa de Dios sobre la tierra”.

Redacciòn