Falleció una de las estudiantes que fue baleada en la Universidad del Valle, sede Palmira.

El fallecimiento de Sirley Vanessa López Loaiza de  23  años, estudiante de Licenciatura en Literatura de la Universidad del Valle, sede Palmira, conmocionó a la comunidad académica y a la sociedad vallecaucana.

Según informó la institución el domingo 11 de mayo, la joven murió en un centro asistencial tras ser atacada por un hombre armado el jueves 8 de mayo dentro de la cafetería del campus universitario.

Este hecho, que también dejó a otra estudiante herida y al agresor fallecido, encendió el debate sobre la seguridad en los espacios educativos y la violencia basada en género.

De acuerdo con un comunicado emitido por la Universidad del Valle, la muerte de Sirley Vanessa es un reflejo de las “violencias basadas en género, la intolerancia y el menosprecio de la vida”.

La institución hizo un llamado a la reflexión sobre la convivencia y la necesidad de rechazar este tipo de actos, destacando que los campus universitarios deben ser espacios de paz y respeto. Además, las directivas anunciaron que continuarán trabajando en acciones para reforzar la seguridad y los protocolos contra la violencia de género en sus instalaciones.

El ataque ocurrió el 8 de mayo, cuando Brayan Stiven Tovar Martínez, un joven que no era estudiante de la universidad, ingresó armado al campus de la sede Palmira y disparó contra dos alumnas que se encontraban en la cafetería. Posteriormente, el agresor se disparó a sí mismo.

La coronel Sandra Liliana Rodríguez, comandante del Departamento de Policía del Valle detalló que el atacante falleció poco después de ser trasladado a un centro médico.

Aunque las autoridades no han confirmado oficialmente los motivos del ataque, se presume que el agresor mantenía una relación sentimental con una de las víctimas, la cual había terminado recientemente. Este hecho estaría relacionado con el ataque, aunque los móviles siguen siendo objeto de investigación.

En respuesta a lo sucedido, la Universidad del Valle suspendió todas las actividades académicas programadas para el viernes 9 de mayo en la sede Palmira. Sin embargo, esta medida no ha sido suficiente para calmar la indignación de estudiantes y colectivos universitarios, que exigen acciones concretas para garantizar la seguridad en el campus.

En medio de la indignación, también surgieron especulaciones sobre las intenciones del atacante. Aunque no se ha confirmado oficialmente, en redes sociales señalan que el agresor habría ingresado al campus con el propósito de atentar contra su expareja sentimental y que, en el proceso, también disparó contra una amiga de esta. Estas versiones intensificaron el debate sobre la necesidad de medidas preventivas más estrictas en los espacios educativos.

Redacciòn