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En los 75 años del periódico El País, mil gracias por la escuela-
Por: Alvaro Miguel “El Negro” Mina.
Al oficio, a los medios de comunicación, a la familia, amigos, a la calle, oyentes y lectores, mi eterno agradecimiento.
A finales de la década de los 40 el empresario caleño, Álvaro Lloreda Caicedo, había sido ratificado en tres periodos cómo Alcalde de Cali.
Lloreda, de descendencia conservadora, fue vituperado por los dirigentes de su partido por no haber despedido a los funcionarios de ascendencia liberal, motivo por el cual le llovieron toda clase de críticas desde los periódicos: Diario del Pacífico y Relator. Lloreda Caicedo, según cuenta la historia, contaba con el apoyo del caudillo liberal, Jorge Eliécer Gaitán.
Al culminar su mandato en la Alcaldía de la ciudad de Cali, Álvaro Lloreda Caicedo, con el apoyo de su hermano Alfredo, familia y 40 empleados fundó el 23 de abril de 1950, el diario El País en Cali, en la esquina de la Carrera 5 con Calle 10, donde hoy funciona la Bolsa de Occidente.
Luego de haber viajado a Montevideo, Uruguay, donde gestionó el permiso para llevar el nombre de El País. Ante los directivos del diario ya existente en ese lugar del continente. Esa primera edición tuvo un tiraje de 25 mil ejemplares, a un costo de $0.10 centavos, la suscripción mensual costaba 2 pesos con 50 centavos.
La triste noticia generada por la explosión de siete camiones cargados con dinamita, en la Calle 25 con 2, que dejó una estela de dolor con más de cuatro mil muertos, obligó a la emisión de cuatro ediciones extra, con una circulación de 150mil ejemplares.
El 10 de Mayo de 1957 con motivo de la caída del General Gustavo Rojas Pinilla, quién era apoyado por éste diario; fueron quemadas las instalaciones de El País, en el centro de Cali.
Milagrosamente se salvó la planta rotativa por que según nos relato el ex director del País, Francisco José “Kiko” Lloreda Mera, tenia una malla, que decía: “Peligro Alto Voltaje”. Ésto permitió que a los tres días nuevamente saliera a circulación el diario El País.
Para el año de 1958 se le brindó todo el apoyo a la primera feria de Cali, cuya reina fue Luz Karime Alhach, la cabalgata se realizó desde la plaza de toros Cañaveralejo hasta el edificio Coltabaco, en la Carrera 1 en horas de la noche.
La década del 60 se recordará por los dos atentados con explosivos a su sede principal; así mismo la puesta en funcionamiento del teléfono 811181 de los clasificados de El País.
El periódico apoyó la creación de las Hidroeléctricas de Anchicaya, la Salvajina, los Juegos Panamericanos, y el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, a pesar de la oposición del columnista e hijo de ésta tierra, Alfonso Bonilla Aragón.
El 11 de Julio de 1970 se trasladan a la actual sede de la Carrera 2 con Calle 24, donde funcionó igualmente la sede del Periódico popular Q’Hubo.
En 1971 con motivo de los VI Juegos Panamericanos se inauguró la rotativa a full Color.
En 1976 se dió la apertura del diario El País de España y por no solicitar el permiso para llevar dicho nombre, se denominó El País América.
La moderna rotativa del diario El País, en Yumbo, una de las más modernas de Latinoamérica en su época, fue inaugurada el 10 de noviembre de 1994 por el Presidente Ernesto Samper Pizano, su director Rodrigo Lloreda Caicedo y empresarios entre estos Carlos Ardila Lulle.
Momentos de luto el 10 de abril de 1985, falleció su fundador Álvaro Lloreda Caicedo y el 20 de mayo de 1997 fue asesinado su editor Gerardo Bedoya.
El 4 de febrero del año 2000 fallece en Cali, el exdirector y editor del libro Controversia, Rodrigo Lloreda Caicedo.
El Diario El País, de Cali, que inició con 40 empleados, llegó a tener 600 dependientes y su mayor tiraje de 170 mil ejemplares diarios.
El 31 de marzo de 1983, fecha recordada por el terremoto de Popayán, el inquieto joven Francisco José “Kiko” Lloreda Mera, hijo del exministro Rodrigo Lloreda, con sus bríos periodísticos, se dirigió a la sede y organizó una edición especial sobre la tragedia. Ahí murieron 265 personas, 1620 lesionados y más de 5 mil viviendas colapsadas.
Claro que según el mismo “Kiko” Lloreda, al momento de la autorización de la edición, hubo regaño de Jorge Arturo Sanclemente, uno de los directivos editoriales. Por fortuna todo finalizó con un reconocimiento al exministro de educación y exprofesor del ICESI, por su creatividad informativa.
Su primer director fue Silvio Villegas, quién venía de apoyar y liderar la creación del periódico La Patria de Manizales.
Así mismo estuvieron al frente de la dirección: Rodrigo Lloreda Caicedo, Álvaro José Lloreda, Eduardo Fernández de Soto, Francisco José «Kiko» Lloreda Mera, María Elvira Domínguez, Diego Martinez Lloreda y Viky Perea, por esta época.
Finalmente en el año 2023, luego de prolongadas negociaciones entre grupos interesados, cierto día se encontraron en un aeropuerto, la directora de El País,María Elvira Domínguez Lloreda y el empresario Gabriel Gilisky y luego de una llamada telefónica a su padre Jaime Gilisky, quién se desplazaba en un tren bala de Madrid a Barcelona, se autorizó la compra del Diario El País, por el Grupo Gilisky.
“Ésto se aprende leyendo y escribiendo”:Henry “El Enano Holguín”.
Hoy con motivo de los 75 años del Periódico El País, y cuando el torbellino del modernismo, los cambios planetarios, y climáticos.
Además del superávit del encaje bancario diario, han llevado a la no circulación, del periódico Q’hubo, Cali, sólo atino a decir mil gracias. Cómo bien lo decía el compadre, Cantinflas: !Ahí está el detalle!.
Si, gracias, a Humberto Pava, Henry Holguin, y la Coronela Pilar Hung, por la oportunidad de ingresar al apasionado mundo de la Radio y al periodismo.
Desplazamientos que se iniciaban en las madrugadas, transportándome desde mi pueblo natal, en el carro qué llevaba el periódico El País, de Cali a Puerto Tejada. Y, luego embarcado en el bus de Transportes Puerto Tejada, de 4 AM, con destino a Popayán, a sus lectores del sur del Cauca.
Para luego comprar mi primer velocípedo, una motocicleta Honda, de color blanco. Cuando llovía la de “Troya”, pues no teníamos el enterizo plástico.
Al gran maestro, de maestros, Henry “El Enano” Holguín, por sus enseñanzas, y sus infaltables y repetidos recordatorios del segundo domingo de mayo, cada mañana.
Qué cómo un tábano, nos obligaban a traer cuatro efectivas (noticias) en vez de una. Comprometiéndonos con el Don de la responsabilidad.
Al extinto Adolfo Pérez, por llevarme al mundo de la lectura: “Sí no lees, no serás mi amigo. Te lees esto, por favor ( cinco libros de Gabriel García Márquez) y porfa me das un resumen, de lo leído, en ocho días. De lo contrario no serás mi amigo”. Adolfo, reitero gracias.
A la Cadena Caracol Radio, por haberme permitido crear un estilo, el cual me concedió recrearme a lo largo de 40 años de vida profesional, en medio de frías madrugadas, intrigas, amenazas y hasta el dolor por la muerte de primogénito, “Alacho”.
Mi primer sueldo en Caracol Radio, fue de 40 mil pesos mensual, con una recomendación del expresidente y socio mayoritario, Alfonso López Michelsen.
Eso sí con grandes amigos y maestros del periodismo: Don Darío Arizmendi, Yamit Amat, Esperanza “Panchita” Rico, Samy Jalil, Leo Quintero, Darío Gómez, “El Tigre” Benítez, Juan Carlos Díaz, Herney Aldana, Fernando Hernández, José Noé Restrepo, Carlos Enrique Aristizábal, Hernando “Chorizo” Patiño, Adolfo Pérez Arosemena, y Andreíta, entre otros. A ellos mil gracias por su pedagogía.
Cómo olvidar aquel reportaje del periódico Occidente, con la impronta del escritor y compositor musical, “Cheo” Angulo, el 17 de Febrero de 1995. Al igual que las exaltaciones de labor en los periódicos Occidente y El País, y Telepacífico, con Amparo Peláez y su programa Amparame Dios mío; de Fabio Larrahondo y Mario Fernando (piano) Prado.
Enseñanzas qué nos permitieron laborar en: Caracol Radio, La «W», en Telepacífico, Canal de la Universidad del Valle, Radio Súper, IRV, Todelar, El Caleño, El País, Q’hubo, Colmundo Radio, Q’hubo Radio. Y, en la Dirección de Noticias de Radio Calidad de RCN Cali.
Mención especial para el Periodico Q’hubo, desde su creación en el año 2005 y con inmenso cariño a sus directivos: Lalo Fernández De Soto, Francisco José “Kiko” Lloreda, María Elvira Domínguez, y Rubén Darío Valencia, quiénes me dijeron, siéntese y escriba.
El Periódico Q’hubo, tremenda escuela, ojalá se reflexione para reactivar su circulación nuevamente en Cali.
A la fecha con centenares de crónicas escritas en los periódicos Q’hubo, y La Última, gracias.
Familiares, colegas y amigos me recomiendan escribir el libro, con las historias callejeras del “Negro Mina”, recogidas ahí donde “perro come perro y por un peso te liquidan”, en la calle del zurdo Cruz Medina, durante más de un cuarto de siglo.
Reverente ante todos ustedes y la amable audiencia qué me permitió ser ganador de dos Premios Simón Bolívar, galardonado por el Congreso de la República, cinco premios Alfonzo Bonilla Aragón, exaltado cómo mejor periodista Afro 2017, en el Club El Nogal, por la Fundación Color de Colombia y su director.
Así mismo las medallas a la vallecaucanidad por la Gobernadora Dilian Francisca Toro Torres. Al igual las preseas, José Gers, Raúl Echavarría Barrientos, por el honorable Concejo Municipal de Cali, entre otras.
Imposible no exaltar los reconocimientos del Ancianato El Refugio, y la Junta Comunal del Barrio Las Dos Aguas, y del Club de amigos, de mi pueblo natal, Puerto Tejada.
Al igual que la satisfacción por el reconocimiento de la Embajada de los EEUU con motivo de la conmemoración de historia Africana Americana.
Claro qué lo más satisfactorio, es el reconocimiento de nuestra gente en las calles de la ciudad. Ese glamoroso detalle que sólo se gana; porqué jamás se podrá comprar, con ningún dinero, eso es puro sentimiento.
Destacado por la Revista Semana, cómo generador de opinión del Suroccidente colombiano. Además galardonado con el Premio Cristo Rey, a toda una vida periodística, por la Fundación de la opita y empresaria artística, Sandra Rivera
Y, claro por contribuir a educar a mis tres hijos: Alain, Yahaira y Álvaro Miguel, todos profesionales. Gracias Padre Celestial por gozar del cariño y sonrisas de tres integrantes de la nueva generación: Tefi, Valeria y (Tito). Casado con la Administradora de Empresas María Elena Lucumí y el mayor reconocimiento: a Doña Ana, por sus dichos, y la Tía Itsmenia, quienes me dieron la felicidad que hoy disfruto.
A todos, por permitirme sonreír, reitero:
“Mil gracias”.

















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