Junto a Rubby Pérez, tragedia en la discoteca Jet Set de República Dominicana deja ya 218 muertos.

 

Una noche de música y diversión se convirtió en una tragedia cuando en la madrugada del martes 8 de abril el techo de la discoteca Jet Set, en Santo Domingo, capital de República Dominicana, colapsó sobre cientos de personas durante un espectáculo de merengue.

El incidente, que ha consternado a la sociedad dominicana por su magnitud, deja por  ahora al menos 218 muertos, más de 250 heridos y decenas de desaparecidos.

El número de víctimas, que podría aumentar de acuerdo con el progreso de los operativos de rescate, incluye a personalidades del deporte, las artes y la política del país caribeño.

Y es que Jet Set era un legendario club que se fundó hace 50 años y que cada semana celebraba el “lunes bailable”, una fiesta en la que históricamente se han presentado importantes figuras de la música dominicana y el mundo.

El afamado cantante de música tropical Rubby Pérez, conocido como la “voz más alta del merengue”  o “El Ruiseñor del Merengue”, amenizaba la noche cuando el techo cayó. El intérprete murió durante la emergencia, confirmó esta mañana el general Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencia.

  Con Rubby Pérez, una de las voces más reconocidas del merengue; también fallecieron: Nelsy Cruz, gobernadora de Montecristi, que había sido abuela por primera vez hacía días; el expelotero de Grandes Ligas Octavio Dotel; la cardióloga Lourdes Ricart; o el presidente del Club de Leones, de Haina, Luis Emilio Guillén, quien había reunido a 30 vecinos del municipio en la capital para disfrutar del concierto. Estos son algunos de los fallecidos en el trágico accidente que mantiene en vilo al país antillano.

Jet Set es actualmente propiedad del empresario Antonio Espaillat, hijo de Ana Grecia López y líder del grupo RCC Media, que incluye alrededor de 50 estaciones de radio, una cifra que lo convierte en el segundo radiodifusor más grande de República Dominicana.

Espaillat publicó un mensaje en redes sociales en el que aseguró que está colaborando estrechamente con las autoridades tras el derrumbe.

«No hay palabras suficientes para expresar el dolor que genera este acontecimiento. Lo que pasó ha sido devastador para todos. Queremos que sepan que estamos con ustedes, con sus familias», sostuvo.

«Hemos estado colaborando de forma total y transparente con las autoridades», añadió.

Según los medios locales, el Jet Set tenía una capacidad de 700 personas sentadas y 1.000 de pie.

El lugar destacaba por su ambiente moderno y su famosa pista de baile, que, con su sistema de luces y

Redacciòn