Luego de crisis que causó horas de tensión entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, el presidente Gustavo Petro confirmó a las 6:00 de la mañana que el primer avión con colombianos deportados desde Norteamérica, ya venía en camino al país. El vuelo, finalmente, llegó a la base militar de Catam, en Bogotá, sobre las 8:30 de la mañana.
En total salieron dos aviones, uno desde El Paso (Texas) y otro desde San Diego (California), con cerca de 200 connacionales.
“El Gobierno Nacional los recibe con los brazos abiertos, garantizando su dignidad y respetando sus derechos”, fue el mensaje de la Cancillería en su cuenta de X confirmando la llegada del primer vuelo al país.
En este grupo viajan también los 160 colombianos que iban a llegar al país el pasado domingo, 26 de enero, pero que debido a las condiciones en las que venían, los vuelos con los colombianos no tuvieron permitido aterrizar.
El Gobierno del presidente Gustavo Petro ha insistido que las condiciones para deportar a ciudadanos desde cualquier lugar del mundo, deben ser en condiciones “humanas y dignas”, lo que le costó la fuerte disputa diplomática con Donald Trump, superada por fortuna.
Sin embargo ayer el presidente estadounidense aseguró que los deportados pertenecían al Tren de Aragua, una organización criminal conocida por su violencia. “Son más violentos que nuestros propios criminales”, afirmó Trump, buscando justificar las acciones de su administración en materia migratoria.
Sin embargo, Trump desestimó las críticas y, sin mencionar directamente a Petro, ironizó sobre sus declaraciones. “Él dijo: ‘Esta no es manera de tratar a la gente’. Tendrías que decir que estos son asesinos, narcotraficantes, pandilleros, las personas más duras que jamás hayas conocido o visto. ¿Qué te parecería ser piloto de ese avión?”, expresó el mandatario estadounidense,al referirse sobre los deportados colombianos.
A las declaraciones del presidente Trump el Canciller Luis Gilberto Murillo Urrutia le salió al paso y sostuvo que “No son delincuentes ni tienen cuentas pendientes con la justicia Norteamericana, su único pecado es haber ingresado ilegalmente a los Estados Unidos en búsqueda de oportunidades”, quien este 28 de enero deja su cargo para aspirar a la presidencia de la República, luego de haber realizado un excelente trabajo al frente de la Cancillería.
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