La comunidad Parroquial del Templo de la Inmaculada Concepción ofrece un gran reconocimiento tras cumplir por 6 años su misión pastoral el sacerdote Diocesano Francisco Javier Trujillo Céspedes oriundo de Padilla.
Con el corazón triste y nostálgico por su partida a otro territorio Caucano pero lleno de gratitud la feligresía de Puerto Tejada hoy despedimos y brindamos un sentido y merecido Homenaje a nuestro Sacerdote el presbítero Francisco Javier Trujillo Céspedes, un pastor de la iglesia católica incansable que ha dejado una huella imborrable en nuestra comunidad. Su misión aquí no ha sido solo la de guiar espiritualmente, sino de ser nuestro amigo, consejero y guía en el camino hacia Dios.
Desde su llegada, nos enseñó que la Iglesia no son solo paredes, sino el latir de una comunidad unida en el amor de Dios. Con su ejemplo, nos mostró que la fe se vive ayudando al necesitado, abrazando al que sufre y dando oportunidades a quienes la vida les cerraba puertas.
Gracias a su trabajo pastoral y mensajes de amor y solidaridad fraternal, muchos jóvenes encontraron en su acogida parroquial un refugio y una nueva oportunidad, y nuestras familias fortalecieron su fe en los diferentes grupos de oración que el creo haciendo que nos acercamos más a Dios a través de su palabra.
Hoy, mientras asume una nueva misión en Silvia, nos queda su legado: una comunidad más unida, más solidaria y con una fe más fuerte. Aunque su presencia y homilías nos harán falta, sabemos que su misión continúa y que seguirá tocando corazones donde Dios lo envíe.
Gloria Inés López Orduy
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