El múltiple crimen fue perpetrado en la noche del miércoles 15 de enero por un grupo de hombres armados en la vía que conduce de Cúcuta a Tibú y las autoridades de la región se la atribuyen a inicialmente amiembros del Clan del Golfo que interceptaron y abrieron fuego contra el vehículo fúnebre en el que se movilizaban.
En este nuevo triple en la vereda La Valera del corregimiento la Silla homicidio fueron asesinados un bebé de nueve meses y sus padres en uno de los corredores viales de la convulsionada región del Catatumbo (Norte de Santander), en la zona de frontera con Venezuela.
Las víctimas fueron identificadas como Zulay Durán y su esposo Pacheco Miguel Ángel López y su bebé de 6 meses que era el dueño de la funeraria San Miguel de Tibú, quien curiosamente era las únicsa personas que atendía y recogía los cadáveres de las víctimas de la violencia que azota esta zona del país, a donde por temor no ingresan funcionarios del CTI, Medicina Legal , la propia Policía ni el Ejército, por estar en poder territorial de los grupos criminales e insurgentes.
Otro de los hijos de la pareja de 10 años salió ileso del ataque armado y es protegido por las autoridades y sus familiares.
Aunque las autoridades locales se dirigieron al lugar del lso hechos, no han podido ingresar porque en el desolado lugar hay notable presencia de varios grupos armados organizados, por lo que personas del gremio de funerarias de la población nortesantandereana acudieron a salvaguardar los cuerpos sin vida.
Se señala como posibles autores a miembros del autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia (AGC), más conocidos como Clan del Golfo, destacaron algunas fuestes oficiales.
Entre tanto el presidente de la República, Gustavo Petro, confirmó el despreciable suceso en su cuenta oficial de la red social X que calificó como una “Una noticia lamentable”.
En los primeros 15 días del 2025 van dos masacres en Colombia, donde la primera se reportó en la noche del pasado 12 de enero en el Bulevar de Oriente de Cali donde también fueron asesinados dos miembros de una familia que fueron identificados como: Nohelia López, de 74 años; y su hijo Julián López, de 41 años y que tenía Síndrome de Down; así como una tercera víctima que era una joven que caminaba por el sitio del crimen cuando ocurrió cuya identidad correspondía a María del Mar Mosquera Panameño, de 23 años de edad y que era oriunda de Buenaventura (Valle del Cauca).
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