En los 48 de Alacho, con la misma fe a pesar de no tenerte junto a mí. “Te quiero mucho Pa”.

Por: Alvaro Miguel “El Negro” Mina.

El pasado lunes festivo, 11 de  noviembre del 2024, se cumplieron, 48 años de tu (Bienvenida Terrenal).

Esa noche cuando esperabamos el resultado del Reinado Nacional de la Belleza en Cartagena. Tu querida madre Consuelo, alertó sobre los dolores de parto.

Acto seguido tu tío materno, Albeiro; enganchó su carretilla único medio de transporte, desde el Trapiche, “Perico Negro”, dónde vivíamos, hasta el Hospital Cincuentenario, de Puerto Tejada.

Al llegar al centro asistencial, no había servicio de energía eléctrica, el grupo médico, atendió el parto con una lámpara «Coleman», y una linterna.

El facultativo me invitó a recibirte, fue un aprendizaje Express, de inmediato tocó salir con el «primogénito», hasta La Terraza, dónde había energía, para conectarlo a un equipo quirúrgico, y poder realizar una especie de reanimación.

A «Dios» gracias, todo salió bien. El primer impase fue con la abuela, Ofelia, quién quería qué te llamaras, «Armando de Jesús». Al final, “Alacho”.

Yo, solo un tempranero, e inexperto, padre de familia, con un cargamento de ilusiones. Por fortuna, tu angelical llanto, y tu agraciada figura de niño bueno, sirvieron para convertirte, en el amor de mis amores, y mi mayor motivación.

Buscando un mejor futuro, nos trasladamos a la casa de la Tía, y abuela, Itsmenia, en Puerto Tejada.

Un viernes de feria en el pueblo, la Tía despertó, con la estufa en alto, y me dijo: «quién se casa, requiere casa, y un costal para la plaza”. “·Chaolin”.

No quedó de otra, sino alquilar la casa de Doña Leonor Navia, en el Barrio El Hipódromo. Nuestro primer trasteo fue en moto, un sólo viaje: Doña Consuelo, Alain, una cobija el sol, y un fogón, “Esso Candela”. Desafortunadamente la segunda noche, nos robaron el fogón. Por fortuna al salir al centro del municipio, me encontré con los señores: Enrique Restrepo, y Silvino Díaz, ellos nos fiaron la remesa, la estufa, cubiertos, el juego de cama, nocheros, y la cuna, lo cual se canceló de acuerdo a lo pactado.

A estos ángeles, quiénes aparecieron  cómo un “Rayo Veloz«, en mi ascendente camino, de padre, responsable; siempre mil gracias. Luego nos trasladamos a la casa de Don “Chucho Calvo”, frente a Telecom; dónde tú tío paterno, Albeiro, te paseaba dentro de un cajón, durante el mes diciembre.

Durante el Gobierno del presidente Belisario Betancourt; una mañana me encontré con el profesor, Fabio “Billete” Ortiz, y me dijo,»voy para Popayán, porqué el ICT, está adjudicando las casas, del barrio, El Triunfo». Yo, la verdad estaba sano; mis deseos de felicidad y el sueño de un techo propio, me permitieron lograr la asignación del cupo de vivienda.

Ése trasteo lo hicimos en el camión, Luis “El panadero”, el del Barrio La Esperanza. Ya, había menaje.

Ahí la de  “Troya”, cómo pagar la deuda?. No había un trabajo estable.

En el Gobierno del Presidente Cesar Gaviria; el ingeniero Ramiro Varela Marmolejo, era el director de Vivienda del municipio, de Cali, y requería la presencia del Presidente Gaviria, en el acto de entrega de casas, en Calimio Norte.

Ésa petición no había tenido eco, a pesar de la solicitud del Alcalde, Germán Villegas, y del Gobernador Carlos Holguín Sardi; durante ésa junta se habían perdido las esperanzas, de la presencia del mandatario colombiano, en el acto de adjudicación.

En la reunión estaba una periodista, quién le dijo al Ingeniero, Varela; yo tengo una opción, y en medio de la sorpresa, les dijo, “demen un minuto hago una llamada”.

Sonó mi teléfono y me planteó el tema, le dije espere llamo a un amigo. Por fortuna me contestó, el estaba en Caracas, presidiendo una reunión en la “CAF”, Corporación Andina de Fomento. Le pedí el favor y me dijo, «tranquilo, cuente con eso “Negro”.

La sorpresa de la concurrencia, fue total a los tres días, cuando llegó la avanzada presidencial. Nadie lo creía, sólo hasta cuándo el señor presidente aterrizó en “Emavi”. Ése día inauguró, Holguines Trade Center, y entregó las viviendas en Calimio.

Luego del acto nos encontramos con la periodista, y el Ingeniero Varela, en el Hotel Intercontinental; el le dijo, con asombro; yo quiero conocer a ése personaje, para agradecerle.  En un ligero cambio de luces, le dijo, vaya, qué está en el baño del Hotel.

El Ingeniero salió rápido al sitio, y cuando salía, yo  ingresaba, sólo me dijo, “eres tú. Si soy yo; pero cómo diablos hiciste Negro”.

Varela, agradecido me entregó, una condecoración, con la cuál cancelé, mi primera vivienda, en Puerto Tejada, en el Barrio, El Triunfo. «Nuestro primer techo, una historia de fé y Amistad».

Al llegar a Popayán, para cancelar el crédito con el «ICT», hubo moñona, y agradecimiento; con chuleta, en la Lonchería Belalcázar, del Parque de Caldas. El Doctor, Enrique Valencia Fajuri, director del ISS, Cauca; nombró a tú progenitora, en el Seguro Social, en Puerto Tejada. Luego cuando el Instituto, entró en crisis, le llegó el traslado, para la Guajira. A “Dios” gracias el entonces director del ISS, Valle, médico, Fernando Gutiérrez, esposo de la Senadora de la Republica, Norma Hurtado; intervino para dejarla en el ISS, Cali, dónde logró su pensión.

«A todos, mis Ángeles» del camino, y a la Tía Itsmenia», por apoyarme. «Mil Gracias».

El resto después lo contaremos; porqué cómo decía, Doña Ana, «hay qué guardar pan para cuando (haiga) leche».

Recuerda qué en la vida cuando hay una alegría, por cada risa, hay diez lágrimas.

Felices 48 Alacho.  “Te quiero mucho Pa”.

Redacciòn