Por: Alvaro Miguel «El Negro» Mina
Con motivo de los cien años de la emblemática «Sonora Matancera», les comparto ésta linda historia con su Director Rogelio Martinez, en Cali.
Ésta agrupación se creó en el Barrio Ojo de Agua, de Matanzas, Cuba y nació cómo, La Tuna Liberal, bajo la dirección de Valentín Cané, el 12 de enero de 1924.
En 1927 ingresó a la Sonora, cómo nuevo integrante Don Rogelio Martínez. «La Sonora» realizó 1063 grabaciones; de éstas 380 son boleros.
Por ahí pasaron 47 cantantes, de nueve nacionalidades y de ellos once mujeres; 26 cubanos, 11 boricuas, 2 argentinos, 2 mexicanos, 2 colombianos, 1 dominicano y 1 nicaragüense.
Los intérpretes colombianos fueron: Nelson Pinedo Fedullo, el hijo del zapatero del barrio Rebolo, de Barranquilla, el qué se fue Pa’ la Habana y pregonó….Señora bonita. «Yo siempre la sueño mire que ironía yo amándola tanto y Ud. tiene dueño..». Y, la cantante, cartagenera Gládys Julio, la cuál grabó con la Sonora los temas: «Dolor que mata» y «Playa Blanca» de «Rafael Escalona».
Los salseros, Ismael Miranda y Cali Alemán, cantaron y grabaron con «La Sonora Matancera».
Qué gratos recuerdos de Don, Rogelio Martínez Diaz, entonces director del decano de los conjuntos cubanos, La Sonora Matancera, y de nuestros inicios del periodismo, en Radio Super de Don Humberto Pava y la Coronela Pilar Hung.
Don Rogelio y su conjunto estaban alojados en el Hotel Intercontinental de Cali.
Fué nuestro invitado al estudio de Super Noticias del Valle; con El «Enano» Henry Holguin, en el barrio, San Vicente, para dialogar sobre los orígenes del «Son Cubano» e historia musical del Caribe.
Ése día no hubo plata para el Taxi, y le tocó a Don Rogelio, montarse cómo parrillero en la «Peorrita» la moto azul, Yamaha 100 cc, de dos tiempos, de nuestro compañero y abogado, Ricardo Téllez Bautista.
El connotado músico accedió sin problemas a montarse en el humeante velocípedo, hasta el lugar de la cita radial.
Al final de la entrevista, con nuestro invitado de honor fuimos a desayunar dónde «Emilio», ahí mismo en calles del barrio, San Vicente, en el Norte de Cali.
Don Rogelio, había nacido en 1905 en Matanzas; en 1926, ingresó a la «Sonora» y en 1948, asumió la dirección, para reemplazar a Don Valentín Cané, el primer Director.
Nos contó lo divino y lo humano del decano de los conjuntos cubanos y muchas historias especialmente de: Daniel Santos y Vicentico Valdés. Del «Jefe», indicó qué era introvertido y rebelde, pero un maestro a la hora de cantar.
Don Rogelio, aseguró: «Bienvenido Rosendo Granda Aguilera»; él más díscolo, rebelde, capaz; y quién no ensayaba, era «Daniel Santos»; él más ordenado y estudioso era el barranquillero «Nelson Pinedo».
Los obedientes y cumplidores del deber y puntuales: Celio Gonzáles, Leo Marini y Carlos Argentino Torres. La «consentida», la «reina», Doña «Celia Cruz«, quién junto a «Bienvenido», eran los dos cantantes de planta.
«Yo, en las noches visitaba los bares, para ver quiénes estaban consumiendo licor y los multaba; los mayores infractores eran: «Caito y Daniel Santos», remató Rogelio. Anécdota recordada en medio de risas por el pianista, Javier Vásquez.
Recordó qué la primera grabación la hicieron en 1928 en la Habana, para el Sello RCA Victor, con el nombre de «Estudiantina Sonora Matancera».
Oficialmente en 1935 toman la Razón Social, «Sonora Matancera».
Por cuestiones de registro del nombre en 1940 deben grabar bajo la designación de «Tropica Habana».
A Don Rogelio, se le reconoce cómo un descubridor de talentos y figuras tales cómo: Doña Celia Cruz, Vicentico Valdés, Nelson Pinedo, Carlos Argentino Torres, Bienvenido Granda, Gloria Díaz y Rodolfo Hoyos, entre otros.
Nos contó qué aprovechando un toque en México el 15 de julio de 1960, con la Sonora Matancera, deciden no regresar a Cuba.
Claro está qué, Doña Celia Cruz y su esposo Gerónimo Pedro Knight Caraballo , regresaron 30 años después 4 febrero de 1990, a la base de Guanánamo, cómo invitados especiales de la embajada de los EEUU, para cantarle a un grupo de exiliados.
Ése día «La Guarachera», luciendo un vestido rojo y una chaqueta del mismo color al bajarse del avión beso la tierra cubana y al despedirse se llevó un puñado de tierra, qué 13 años después cuando murió la colocaron en su féretro.
Don Rogelio, nos confesó, qué cuando el avión tocó cielo Mexicano, en pleno vuelo notificó a los músicos de dicha determinación; hubo lágrimas y desmayos, pero al final vivieron en México y se radicaron en New York, dónde finalmente falleció, el 13 de mayo de 2001, a los 95 años.
«Rogelio», se desempeñaba cómo: Guitarrista y Corista, en La Sonora, aunque muchos aseguran qué su guitarra no sonaba, consultado sobre el particular en medio de risas, nos dijo: «habladurías de la oposición».
Esa experiencia de reportería la vivimos en la época en qué la creatividad, para ejercer la reporteria estaba a «flor de labio» y bajo la egida del «Papá» de los cronistas, el extinto, Henry «El Enano» Holguin Cubillos, él creador de la historia de «La Machaca»; y él gran Hernando «Chorizo» Patiño, otro genio al escribir crónica roja.
Don Rogelio, en medio de risas, lágrimas, y aún «oloroso», a humo; nos recordó sus desplazamientos, en «Matanzas Cuba», a bordo de una Motoneta de dos tiempos; para ir a los ensayos, con «La Tuna Liberal», y posteriormente la exitosa «Sonora Matancera», el decano de los conjuntos Cubanos.
Al, «Enano» Holguin, a Don Humberto Pava, a la «Coronela» Pilar Hung, Al «Chorizo» Patiño, a Carlos Aristizabal, Ricardo Téllez, Nelson Lobatón, al «Chino Chino», Óscar Roche y Darío Gómez, a todos mil gracias por sus enseñanzas de la reportería callejera; «por dónde transitan las noticias».
Vale recordar qué eran los tiempos, en qué nos mandaban a cubrir una noticia y traíamos cuatro «efectivas», todas para abrir noticiero, «fresquitas y de palpitante actualidad».
Cómo me decía, «Patiñito»: «Escriba y lea, Huevón», qué ésto se aprende, es leyendo y escribiendo.
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