Por: Alvaro Miguel : «El Negro» Mina.
Bautizado, con el mismo nombre del «Rey del Despecho»; Darío Gómez, no canta ni en la ducha, pero en el suroccidente del País, es el «Rey de la Sintonía», en Caracol Radio.
El hijo de Don Adolfo León, un empleado de Coltabaco y Doña Carmen Tulia, nació, en el Barrió Benjamín Herrera. Muy cerca de la Cancha, «Long Chang», cuna de viejas glorias del fútbol colombiano, cómo: Los hermanos Juan y Jorge Gallego, además del mítico «Lolo» Gonzáles. El mismo quién jugando para el América, le hizo dos goles al Real Madrid, en el Pascual Guerrero y jugó contra «El Rey Pelé». Su pase fué comprado por 2.500 pesos al Ingenio Mayagüez.
El estadio, «Atanasio Girardot», fué testigo de la obra de arte del «Lolo Gonzáles».
Jugando para Deportes Quindío, a un saque del portero, «Julio Romero»; tomó el balón y uno a uno, cómo en un castillo de naipes, quedaron en el camino los jugadores de Atlético Nacional: «Lonja», «Merino», «Canocho Echeverry», «El Chema Mendez», «Musso», «José Luis», «Retamoso» y «Pecora»; mientras el «Caiman Sanchez», con un quiebre de cintura, voló al palo contrario, para anotar el gol más recordado; qué la «arepa, los frijoles y el propio chicharrón», en la Capital Antioqueña. La cuna del Atlético Nacional, no tuvo más qué ponerse de pie y aplaudir al malabarista, «Lolo Gonzáles».
Darío Gómez en capacitacion en Bogotá, con Juan Carlos Díaz y Nada Guarín.
«Darío Gómez Perlaza», aunque, no tiene la fortuna de cantar, posee el privilegio de cautivar e informar a los oyentes de la «Primera Cadena Radial de Colombiana», «Caracol», con su melodioso tono de voz, desde las cuatro de la madrugada.
Sus hermanos, Fredy, Elizabeth y Adolfo; un galardonado Ingeniero, de la Universidad del Valle; desde muy niño le cautivaron la posibilidad y apoyo, para ingresar a la facultad de «Medicina o Ingeniería», en Univalle.
Pero su hermano Adolfo, sin pensarlo, una tarde al finalizar un partido de Fútbol, le presentó a quién sería su maestro de periodismo, Henry «El Enano» Holguin, quién le brindo la oportunidad de «datero», (entregar datos) en los periódicos, «El Pueblo» y «El País», en Cali.
A pesar de su baja estatura, éste «gordito», se movía como pez, en el agua al momento de husmear las «Chivas» y se ganó el cariño, de Doña «Rosario», la abuela del «Enano» Holguin.
Cierto día transitaba frente al edificio «Zacour», en cercanías al parque de Caicedo, y se topó con un Incendio. Sólo poseía en su bolsillo seis monedas de 2 pesos para el regreso a casa, en el bus urbano. Acto seguido buscó un teléfono público y llamó a sus compañeros de clases en Comfandi, «Diego Hernan Canal» y «Adolfo Pérez Arosemena», asesores del «Enano Holguín», en Radio Super de Cali, para informar sobre la emergencia.
«Cómo bien lo decía, «Doña Ana», el acomedido se gana lo que está escondido»: Gracias a ésa conflagracion, «Darío Gómez Perlaza», fué llamado para reemplazar a la connotada comunicadora, «Gloria Bravo», en Súper Noticias.
Arturo Ramírez y Alejandro Jaramillo, lo ficharon para ingresar al «Grupo Radial Colombiano»; pero el comandante, «Humberto Pava y la Coronela, Pilar Hung», lo llamaron a relación y le incrementaron el salario de 15 mil a 28 mil pesos mensuales, además de 150 mil pesos en bonos de la 14; «Darío», en medio de la felicidad, no se creía el cuento.
Durante un Consejo de Redacción, en Caracol Radio, Don «Samy Jalil», preguntó por un reportero bien piloso; los integrantes del equipo noticioso en coro, aseguraron, ése puede ser «El Gordito Darío». Desde el conmutador de Caracol, le marcamos y le pasamos a «Samy Jalil», fué un diálogo corto: «Hola Darío, puedes venir a Caracol, lo espero en una hora. Por fortuna su ingreso fué aprobado de inmediato por: Don «Yamid Amat» y «Ricardo Alarcón».
A raíz del retiro de dos glorias del periodismo en la región, «Samy Jalil» y «Leo Quintero», en plena pandemia asumió la Dirección de Noticias de Caracol, acompañado del equipo integrado por: Juan Carlos Díaz, José Alberto Ortiz, Andrea Meza, Mairon Benavidez, «Julito» Jurado, Vanessa Royero y Aldair Ortiz; con quiénes cada mañana, planifican el trabajo, en Consejo de Redacción.
En diálogo con el periódico, «La Ultima», nos contó, «las verdes y las maduras», del sagrado oficio de Informar.
Con su vista nublada nos recordó la muerte del periodista, «Jairo Muñoz», quién marchaba detrás de él, durante al regreso del cubrimiento de la tragedia de «Bendiciones», en la vía a Buenaventura.
El día del asesinato de Monseñor, Isaías Duarte Cancino, salía del Teatro Municipal, de una jornada de cuenta chistes y al llegar al parqueadero, el vigilante, le dió la noticia, salió corriendo, hacia Caracol y fué una trasmisión de 24 horas, recuerda, Darío.
En el cubrimiento del proceso de paz con las «AUC», del Bloque Calima, liderado por, José Ever Veloza, Alias «HH» o «Carepollo» y Salvatore «Mancuso», un 18 de diciembre, en «Galicia, Bugalagrande», dormía debajo de árbol para escapar el aguacero y de repente, sonó su teléfono tres veces, pero cómo no podía contestar por la tormenta. Pasada media hora se comunicó con Caracol en Cali, y en medio del bullicio de la fiesta de fin de año, le notificaron, ser el feliz ganador de su «tocayo»; un televisor de los «Gorditos», «Grata Sorpresa no tenía TV», dijo Darío, en medio de risas.
El día del atentado a la Central de Inteligencia de la Policía Metropolitana, en el Barrió San Bosco, transitaba muy cerca y medio aturdido se acercó y se dió cuenta que se le había caído el techo al Ancianato, «Jesús de Nazareth», liderado por Doña «Martha Lugo», 6028803465, campaña la cuál sacó adelante y hoy pide de nuevo su solidaridad.
De la llamada aquella de Don Samy Jalil, hacen 36 largos años de información y hoy con alegría podemos asegurar, qué «Darío Gómez Perlaza», se encuentra a «Punto de Caramelo», para pensiónarce, y poder disfrutar con su hija Daniela, su nieto Gerónimo y su querida esposa, Blanca Narváez, de las mieles de la unidad familiar.
Además en las paredes de su biblioteca, junto al titulo de Abogado, de la Universidad Libre, luce orgulloso, un Simón Bolivar, cuatro premios Alfonso Bonilla Aragón, las Medallas José Gers y Gerardo Bedoya y el mayor tesoro el reconocimiento de la audiencia caracolera.
Imposible olvidar el 27 de noviembre de 1992, día de la muerte del «Anacobero», Daniel Santos. Al conocer la noticia nos desplazamos hasta la casa de Luz Dary Padredin, esposa del Boricua, en la carrera 10 con calle 9 tercer piso. Al momento de la entrevista, en medio del dolor, apareció un familiar con un arma, yo del susto, salí a correr.
«Darío Gómez», quién se reponía de una fractura de «tibia y peroné», en accidente de tránsito; muy serena y fríamente, me dijo: «Negro no corras qué es peor». Por fortuna en impase informativo, tuvo un final feliz…..«gajes del oficio».
Felicitaciones a nuestro querido «Dario Gómez Perlaza», el Rey de la Sintonía, en Caracol, quién asegura: «Soy un reportero al qué criaron periodisticamente para ser Universal, con pasión y criterio» ,y quien finalmente nos recomienda recopilar nuestros apuntes y entrevistas.
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