Por: Alvaro Miguel «El Negro» Mina.
De padres boricuas, nacido en el «Bronx» en la «Capital del Mundo» y de niño trasladado a ése puñado de tierra, el cual el poeta, «Gautier», padre del romanticismo, le llamó, «La Perla de los Mares».
Claro, «Puerto Rico», cuyo nombre, en honor a la bonanza del Oro, encontrada por los españoles; pero contrario al «Lamento Borincano», escrito en 1929, en New York, por, «Rafael Hernández», donde plasmó la inestable economía del campesino boricua…….!
«Cantando así por el camino si yo vendo la carga, mi Dios querido un traje a mi viejita voy a comprar. Pero pasa la mañana entera sin que nadie quiera su carga comprar .Ay, su carga, comprar, todo, todo está desierto y el pueblo está lleno de necesidad, ay, de necesidad…».
Escuchando los pregones de su señora madre la estilista Doña, «Carmen Díaz», el niño prodigio de la musica, «Osvaldo Román», visualizo, su futuro en el buen cantar.
Precisamente, fueron las fiestas navideñas y el pesebre, dónde Oswaldo, desarrolló su amor por la música.
En la Orquesta de su Barrio «Villa Contessa», en «Bayamon», «Puerto Rico» y en la «Playa de Piñones», dónde mostró sus dotes cómo: Percusionista, lo cuál duró poco tiempo. Un día cualquiera al llegar al sitio de trabajo con sus instrumentos, el director le dijo; «El señor es el nuevo bongosero».
«Tejano», ( apodo del director); cómo me haces eso, me hubieras dicho, qué no iba más y me hubiera quedado en casa», le replicó, Oswaldo, mientras secaba el sudor de sus manos.
«Tranquilo»; desde hoy usted será el nuevo cantante del Grupo; razón suficiente para recuperarle la sonrisa al hombre de la «voz sensual»,; el mismo qué al oído te dice:
«Quiero probar tus caricias, para amarte ahora. Quiero sembrar en tú cuerpo y todas tus memorias. Quiero descubrir el rincón donde se escondes tú deseo de amar».
«Román», es un Salsero y Sonero, amante de las baladas; adora a los perros, y sí diez veces observa la película; «La Razón de estar contigo», diez veces, llora, porqué es sensible y apasionado por estos «Amiguitos».
Cómo si hubiera alcanzado la estrella de Oriente con las manos; encontró en su camino, al maestro «Fonseca», ex integrante de la «Escala de Milán», quién le enseñó los secretos de la Técnica vocal. «El vibrato», «el falsete», «el trino» y «el manejo de los tonos graves».
Haber aprendido con «Fonseca»; cómo usar las cavidades de resonancia en la cabeza, el pecho y la garganta, para lograr un sonido completo y resonante; le valió para ser llamado a los coros de: «Cheo Feliciano», «Doña Celia», «Meñique», «Franky Ruiz», «Marvin Santiago», «Tito Nieves», » Ismael Miranda», «Junior Toledo» y «Las Estrellas de Fania», cuando visitaba la tierra del ahí bendito.
Por su disciplina y técnica vocal, fué convocado por «Lalo Rodríguez, en su época de Oro, en el «Boomerang», del tema, «Ven devorame otra vez», para hacer parte de sus coros.
Con la madurez, qué dan la horas de vuelo, recibió el llamado, de su amigo, «Tito Rivera»; te espero ya en el «Condado», era el medio día del jueves.
Vestido impecablemente y con la fragancia de «Johann María Farina», llegó a la cita y cuál sería la sorpresa, al saludarse de manos con «Tito y Luisito Ayala», director de la Puerto Rican Power. «Usted, se sabe alguna canción de «Tito Rojas», el «Gallo Salsero», le preguntó «Luisito Ayala».
Me las sé, todas, contestó Osvaldo; seguro le replicó «Luisito»; mire se acaba de ir de la Orquesta, «Tito Rojas» y el fin de semana tenemos cuatro bailes.
«Sólo hubo tiempo para medirme el uniforme y ensayar los temas de Tito, durante el Jueves y Viernes; el sábado directo a la tarima, por fortuna con la bendición de mi madre, todo fue un éxito, durante 14 años», le dijo al periódico, «La Última», «Osvaldo Román».
Otra pasión de éste psicólogo y experto en sistemas, es el amor por la cocina; aunque eso sí, consume caldo, pero no come, gallina; ni arepa; ni toma café.
En el 2003, el maestro «Jairo Varela», estaba grabando el álbum, Imaginación en Miami, el de «Poquita cosa», Mi Machete» y la «Culebra»; y le faltaba un corista; me llamó a San Juan, viene, grabé y me contrató para «El Grupo Niche», durante cinco años, sustituyendo a Javier Vasquez y Willy García, quiénes montaron su rancho aparte.
En medio de sonora risas, Osvaldo Román, nos contó la anécdota del día qué se le olvidó la letra de la canción, «A mi medida», en plena Tarima, frente al maestro Jairo Varela. por fortuna todo quedó en un gesto y una sonrisa y nada de multa.
Al igual qué «Rupertico Mena», el qué se ganó la lotería; Osvaldo, también se ganó el cariño del pueblo colombiano y de su «Dulcinea» y «Manager», Claudia Quiñónez, por su dulce cantar y Don de Gente.
Su voz fue participante de la reunión de Soneros, en la Orquesta «La Mundial», donde grabaron «El Son de La Mundial», un tema exaltado por melómanos y amantes del pregón y del soneo.
Durante la «Pandemia», lo ubicamos en su casa en «Puerto Rico», y con su amigo, «Roqui», sobre sus piernas, improviso éste pregón sobre la emergencia sanitaria, el cuál les compartimos.
Osvaldo Román, quién ha sido intervenido con éxito dos veces de su columna, hoy sigue recorriendo con su orquesta, el mundo Salsero: «Australia», «Medellín», «Miami», «Europa,» «Panamá», Chile, «México» y el «Chocó» son testigos de su melódico cantar.
En su vida artística con más de 200 grabaciones, igualmente ha escrito y compuesto temas cómo: «Hay qué negarlo», «No me canso», «Damelo», «Pa’ Cali me voy» y «El del poder soy Yo».
Y, además de cantar, con éxito: «Tu Cariñito», » A Dónde irás», «Rupertico Mena», «Sólo con Ella», «Poquita Cosa», Hay qué Negarlo», «La Culebra» y «Para amarte ahora», entre otros.
Hoy radicado entre Colombia, La Florida y Puerto Rico, 3122396018, sigue disfrutando de sus «Hobbies», la música, los perros, los relojes, las lociones, compartir con los amigos y la buena mesa, especialmente: «El Mofongo», «Escabeche de Plátano», «Mariscos», «Arroz con Habichuela», y el «Lechón asado».
Asegura «Claudia», su esposa qué «Osvaldo», en la noches antes de acostarse, se baña y se perfuma, por ser un dulce amante.
Su fé en «Dios» y los continuos diálogos con el pastor y cantante, «Alex de Castro», lo mantienen, activo y enfocado en dar lo mejor sí para el público, su verdadera razón de ser.
Felicitaciones al «Niche con Power», cómo lo bautizo el dueño del Soneo, «El Cano Estremera».
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