El Ministerio de Hacienda finalmente ha emitido la norma mediante la cual el ACPM o diésel sube a partir de este 31 de agosto, en 1.904 pesos.
La medida aplicará para el resto del año, porque, como se sabe, se requiere aplicar un incremento de 6.000 pesos, para tratar de emparejar el precio al de paridad internacional.
El Ministro Ricardo Bonilla había mencionado que la ruta a seguir sería la de incrementar en tres tandas, ya que con el ACPM o diésel no se puede hacer lo mismo que se hizo con la gasolina, cuyos incrementos eran bajos, de 500 pesos durante más de un año.
De esa manera, por cada galón de tanqueo las personas pagarán 11.360 pesos en promedio, pues hay variación según las ciudades.
Al anunciar la medida, el Ministerio de Hacienda señala que el ajuste no tiene reversa y tendrá un impacto leve en la inflación, de 0,3 puntos porcentuales para el cierre de este año.
En el pronunciamiento del Ministerio se establece, además, que la gasolina presentará una ligera variación de $ 8 por galón. La razón de ello es el precio internacional, pero, en este caso, “las condiciones internacionales estables en relación con los insumos fósiles y la metodología de fijación del precio del alcohol carburante” indica el Ministerio.
Gustavo Betancourt, director nacional de la asociación, advirtió que este incremento podría traducirse en aumentos del enter un 25% y 25% en los fletes, lo cual haría menos competitivas a las empresas de transporte.
Esta situación podría desembocar en despidos masivos, ya que las empresas no estarían dispuestas a operar con pérdidas. Betancourt explicó que hay una sobreoferta de vehículos y la carga ha disminuido notablemente.
Hay que recordar que el alza en los combustibles, tanto el de la gasolina como la que ahora aplica al ACPM o diésel se debe al hueco profundo que tiene el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que durante años financió un subsidio al precio, pese a que internacionalmente el petróleo estuviera alto.
En ese contexto, el Ministerio de Hacienda explicó que en la actualidad se estaba pagando menos del 50 % del precio que cobra el refinador o importador de ese combustible. El resto se financia a través del FEPC, fondo que ya está deficitario.
“Hay un problema fiscal histórico que ha representado acumuladamente, en pesos de 2024, cerca de $ 115 billones”, sustentó el Ministerio.
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