Cómo en la época de la Guerra del Perrero; a comprar por libra y en trueque.

Por: Alvaro Miguel «El Negro» Mina.
Excusas a nuestros lectores, pero la ocasión lo amerita, díganme por favor, «Quién P….tas», controla los precios de la Canasta Familiar.
De verdad las pobres mujeres están afectadas por el «Pánico Escénico», a la hora de mercar, debido a los desbordados precios en plazas de mercado, supermercados; y cómo sí fuera poco, al oportuno y vilipendiado, «Fiao», le decretaron el destierro, mientras otros más optimistas aseguran que entró en ley 550, por insolvencia económica.
Pero igual aquello qué en tiempos difíciles; «A comer cosecha», cómo decía mi profesor de trigonometría, ahí no hay función, ni tampoco funciona.
 
Aunque el viacrucis económico, sigue al momento de comprar la carne; ahí sí qué quedamos, «Mirando Pal Techo», con libra de buey entre 35 y 40 mil pesos.
Claro qué queda la opción de comprar la carne de pecho, cumbamba o falda y todos aquéllos cortés de mucho movimiento del animal, además de las menudencias.
Ahí, prepárate, para meterle cocción, pero con los precios de la energía y el gas, sale mucho más caro el caldo que los huevos.
Claro qué, sí coronas, corres el riesgo de qué se fracture la protesis dental, debido al arduo forcejeo entre el canino y el pedazo de pellejo.
Según Don Iginio, a Dios gracias, por la reciente prescripción médica, le tocó alejarse: del pollo, lácteos, mariscos, el Whisky, tamales, lechonas, cócteles, pescados; comprar rifas, servir de padrino, testigo o de fiador, y de todo aquello qué no esté en promoción.
Y, sabiamente me dijo «Don Iginio»; acudamos a la opción del arroz con huevo; pero vaya sorpresa, éste platillo, está más cotizado qué un desayuno en los Olímpicos, 2024 en cercanías al Parque de los Príncipes, en París,«Ciudad Luz».
Sin ser pesimistas luego de analizar opciones, nos jugamos la del sombrero y planteamos la alternativa del popularicimo y mantecudo, «Corrientazo».
Y, ahí cómo dijo el extinto, Olimpo Cárdenas, «Fatalidad Signo Cruel»; pues al requerir su presencia para ejercer la ingesta de los lípidos; nos notificaron, qué junto al año 2023 , el montoncito de mil, 500 de Cilantro, mil de limones, la ñapa y el tinto de cortesía, pasaron a mejor vida; luego de su estadía en «Cuidados Intensivos», al conocer el incremento en los peajes y combustibles.
Cómo todo un Gentleman, solicitamos el menú del día y con «Carita de Gato», nos percatamos, qué los, platos populares, sin caldo o consume, van de 50 mil pesos en adelante y sólo dan 20 minutos para su consumo, nada de calentar taburete, resolviendo crucigramas.
Con cabeza fría, nos dimos cuenta que sólo teníamos derecho a la del «Miti, Miti»; es decir, compartir una bandeja, para poder dejar, lo de abordar el mío «o» simplemente tanquear con diez mil pesos, para regresar a casa, porqué a la verdad, de los tiquetes Aéreos, olvidemos por ahora.
Rosita, una curvilínea, ama de casa, luego de informar a Pedro, su esposo, sobre la falta del Aceite de Oliva y el Queso Parmesano; éste de manera serena e imperterrita le dijo: «Amor, 💋 de ahora en adelante preocúpate cuando se acabe el Papel Higiénico y la Panela».
Sobrada razón tienen mis coterráneos de Tumaco, cuando me aseguran: «Quedamos con domiciliaria, debido a los desbordados y costosos Pasajes Aéreos».
Cómo sí se tratara de recorrer los pasos del «Titanic» en alta mar; en medio de ésta vorágine de incertidumbres, generada por el desbordado incremento en alimentos; aquí estamos expuestos al fuerte oleaje todos los estratos sociales y de ésta no se salva, ni el gato.
Por ahora vamos a comer poquito y seguir sonriendo; claro para no enfermarnos por qué los precios de los medicamentos suben por el ascensor.
Chao, nos vemos mañana, y ojo, serenidad y paciencia, para qué no, nos pase lo del ratón: «Qué murió de infarto al observar el precio del queso».
Recuerda, qué cómo dijo Don Iginio, después de qué «aiga», para el trago y el apoyo logístico a la hora de la cita con Cupido, no importa si no hay comida.
Tranquilos qué al punto, qué van las cosas, quedaremos cómo los Panchos: «Sin un Amor».

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