Por: Alvaro Miguel «El Negro» Mina.
Problemas en el amor, en el encendido, deseas viajar y no encuentras destinos, no le aciertas al número del Chance; anhelas hacer regresar el ave nocturna qué voló del palomar, sin haber aprendido a volar.
Le tallan los zapatos, hormigueo en los pies, vista borrosa, aspiras al Talismán y al Riego de la Abundancia, muy sencillo consulte al «Chamán Agapo», en Tumaco; experto en numerología Zodiacal personalizada y ganadora.
Sólo dos consultas semanales, para lograr mayor concentración y excelentes resultados, reitera el profe; de descendencia «Griega» y experto en apneas, lo cuál le facilita fumar debajo del agua a gran profundidad y lograr interacciones con lo divino.
Las personas qué consulten por primera vez, deben previamente bañarse en las playas del Morro, El Bajito, Boca Grande o El Puente del Medio.
Así mismo deben consumir una buena porción de Botellona, Bocón, Mero, Pargo Rojo, Pelada, Cajero, Picuda o Pusandao de Carne Serrana, en la Calle de Villa Lola, dónde crecieron entre otros, Chapíl Garcés, Willintong Ortiz y Heladio Vásquez.
Claro que sí eres amante de consumir especies provenientes de la selva, tomas la Calle del Comercio hacia el Sur, pasas por el Sena Muelle, hasta llegar a la Taguera, ahí puedes deleitarte con un sudado de: Tatabra, Conejo, Zorra, Armadillo, Guagua, Ratón de Monte,Tigrillo, Cuzumbo y El Tejón, adobados con Chirarán y Chillangua, hiervas propias de la marejada feliz.
Eso sí para cristalizar los objetivos debes escuchar la melodía y golpe salsero en La Barra, frente a la estatua de la Madre, o sí eres amante de los aires musicales de La Isla de Martí, debes aterrizar en la tonalidad de la Bodeguita, del Puente del Medio, hasta el despunte del nuevo amanecer.
No olvide qué luego de analizar los astros y su órbita satelital logramos la cura de la apnea de sueño, causada por la obstrucción y bloqueo de las vías respiratorias. Nada más, ni nada menos qué con el dije de la «Mata de Sábila» recubierto con el «Ajo Macho», cómo amuleto de protección, abundancia, prosperidad y placenteros sueños.
Toda está armonía de felicidad, la encuentra en Tumaco, en la Avenida del Morro, con el profesor, «Agapo», el mismo que fabricó la jalea con qué pegaron a los EEUU y quién, batió el Dulce Jesús Mío.
(Historia de ciencia Ficción, para divertirnos).
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