El reconocido líder social Samuel Evergito Quiñonez Valencia denunció que ha sido víctima de amenazas e intimidaciones por parte de grupos al margen de la ley en el Distrito de Tumaco en donde viene trabajando en actividades con las comunidades velando por sus derechos y promoviendo la conciencia artística y aptitudes deportivas entre los jóvenes de esta población Nariñense.
Quiñonez Valencia reveló que precisamente el pasado 21 de junio del 2024 cuando lideraba la campaña deportiva “Escoge una Pelota, no escojas un arma”, que propicia aptitudes por la paz y convivencia ciudadana en la juventud y la niñez Tumaqueña, fue abordado por un grupo de sujetos armados vistiendo camuflados quienes lo retuvieron ,le amordazaron y llevaron a una zona boscosa sometiéndole a todo tipo de insultos, agresiones y torturas físicas.
El líder social sostuvo que en aquella ocasión le fue advertido que sus labores comunitarias “Estaban ofendiendo y socavando su poder territorial en la zona, que les estábamos desbaratando sus credenciales y sus ideales progresistas, pues no les gustaba para nada que la comunidades reprocharan sus actividades delictivas. Por ende me conminaron a salir de inmediato del territorio”.
Quiñonez relató que en “Ese instante se escucharon una sirenas y salieron vecinos del sector a ver que pasaba, ya que gracias a algunos niños alcanzaron a ver cuando nos llevaban, llamaron a la Policía entonces arrancaron a correr huyendo, mientras uno de ellos nos apuntó con el arma de fuego y haló el gatillo, pero no le dio fuego. Situación que me llevó a salir del país”.
“Días después esta gente localizó a mi esposa Lucy Solís Arroyo a la que le realizaron varios disparos mientras transportaba unos enseres y por fortuna solo impactaron el vehículo, comentándoles a los vecinos que tardeo o temprano regresaba por ella y nos acabarían, junto a quienes nos protegieran”, dijo el líder amenazado.
Este caso de Samuel Evergito Quiñonez Valencia, deja en evidencia como las amenazas contra los líderes sociales en Colombia son un problema grave que ha aumentado en los últimos años, con impactos significativos en la paz social y la defensa de los derechos humanos, violencia que no solo afecta a las víctimas y sus familiares sino a toda la comunidad que representa, generando miedo e incertidumbre.
En municipios como Tumaco en el Litoral Pacífico Colombiano la violencia contra líderes sociales impide que se puedan denunciar las violaciones de los derechos humanos y se puedan defender los intereses de las comunidades, por lo que desde entidades como la Defensoría del Pueblo se siguen dejando las alertas tempranas por el accionar de los grupos criminales en donde exigen al Estado garantizar la seguridad de los líderes sociales, a través de medidas como la evaluación de riesgos, la implementación de medidas de protección individual y colectiva, y la investigación y judicialización de los casos de violencia.
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