Por: Alvaro Miguel «El Negro» Mina.
Los amigos construimos momentos inolvidables para siempre, cómo el vivido , al calor de una Paella y unas copas de Ron La Hechicera, Made In Curramba.
Fué fácil llegar a esa conclusión de felicidad al observar los «sonreidos», rostros de los connotados médicos Antonio Joaquín García, Urólogo y Jairo Ortiz Alban, Cardiólogo, al momento de la preparación de la jugosa y apetitosa Paella; símbolo de la gastronomía española.
Cómo si estuvieran en la sala del quirófano la instrumentadora Lilia y el circulante Jorge, atendían todos los requerimientos gastronómicos segundo a segundo de éste par de talentos del juramento hipocrátivo, aplicados a la culinaria.
Antonio Joaquín, natural de Cereté, destapó la caja de los aromas en la preparación del caldo de pescado para hidratar éste platillo original de Valencia España, dónde precisamente adelantó estudios superiores sobre su sazón y preparación.
A su turno Jairo Ortiz Alban, un notable hijo de Tumaco, un poco más reposado al momento de la preparación, tenía en mente los consejos de su progenitora Yolanda Alban, cuando le reiteraba; hijo el secreto de la cocina del Pacífico, está en la buena y fina picada del Chirarán y la Chillangua, dos hierbas milagrosas, exclusivas de la costa tumaqueña.
Juaco, luego de esparcir el arroz parbolizado sobre las delicatessen y bondades del mar, la rocío con una copa de ron reserva familiar, extra añejo de solera, «La Hechicera».
Finalmente colocó la estufa en bajo para lograr la mezcla y combinación de los sabores de éstos moluscos y crustáceos ricos en vitaminas de tipo B y especialmente B12.
Lo cierto es qué está reunión de un centenar de amigos se convirtió en todo un derroche de secretos de la cocina internacional por parte de nuestros hermanos en la fe y el cariño, liderados por él Urólogo Antonio Joaquín García y el Cardiólogo Jairo Ortiz Albán.
En medio de la tertulia de amigos y al momento de degustar la exquisitez de éste plato proveniente de la comunidad valenciana, llegamos a la conclusión de qué definitivamente la medicina y la alta cocina, sí, son compatibles, cómo bien lo describió el Cheff japonés Kohei Hatashita.
Claro está qué Juaco y Jairo; cómo tal deben seguir, con la protección divina durante muchos años más, ejerciendo el servicio social y la medicina.
Eso sí, sin olvidar las oportunas tertulias al calor del buen «vinacho» y el festín de éstos condumios, para seguir asomados en la apacible ventana de los sueños gastronómicos.
Mil gracias por la vida y la amistad; y un brindis con el mejor maridaje de la Paella; una copa de vino blanco seco, espumoso, albariño; proveniente de los valles del Galicia, en el noroeste español….para una tarde inolvidable para siempre, entre amigos.
La próxima cita gastronómica de éste grupo de aliados, amante de los secretos de la buena mesa, será en Tumaco, la Perla del Pacífico.
Ahí se congregarán en La Bodeguita del Medio y en La Barra, donde se escucha la melodía y se degustan los sabores y secretos de las delicias del Mar Pacífico.
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