El veredicto llega después de 17 años de proceso penal. Este fallo abre la puerta a juicios a otros auxiliadores de los actores del conflicto armado colombiano.
En un tribunal de la Florida, Estados Unidos, un jurado declaró culpable a la multinacional Chiquita Brands, dedicada a la producción y comercialización de plátanos y bananos, de financiar durante la década de los 90 a los paramilitares colombianos.
Según expertos, este fallo abre la puerta a futuros juicios que pondrán en el banquillo de los acusados a las empresas nacionales y extranjeras que le hayan entregado dinero a los actores del conflicto armado colombiano.
El caso se falló en un juzgado de West Palm Beach luego de casi dos décadas de alegatos de los defensores de la multinacional y los demandantes, que representaron a nueve víctimas de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, quienes deberán se indemnizados con más de 38 millones de dólares unos 152 mil millones de pesos colombianos de los cuales los abogados se quedarían con el 50 %.
La tesis que prosperó en el juicio fue que con la entrega de dinero a los paramilitares la empresa hizo posibles los asesinatos, las masacres y los despojos de tierras que estos perpetraron en varias zonas del país, entre ellas el Urabá antioqueño y Córdoba.
Por su parte, la línea de defensa de empresa fue que los pagos eran obligatorios para proteger a sus empleados y que nunca tuvieron la finalidad de patrocinar ninguna actividad delictiva. Esta explicación no convenció al jurado, que concluyó que la multinacional supo de los crímenes del paramilitarismo.
“Este veredicto envía un mensaje contundente a las empresas de todo el mundo que se lucran a expensas de los derechos humanos: sus actos no quedarán impunes. Estas familias, que sufrieron el asedio de grupos armados y corporaciones, demostraron su fortaleza y lograron triunfar en el sistema judicial”, le dijo a la prensa Marco Simons, director jurídico de EarthRights International.
El 14 de marzo de 2007 Chiquita Brands fue multada por veinticinco millones de dólares como parte de un caso por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos por tener lazos con los grupos paramilitares colombianos.
Según documentos de la Corte, entre 1997 y 2004, altos funcionarios de la corporación pagaron aproximadamente U$ 1,7 millones a las Autodefensas Unidas de Colombia, las AUC, a cambio de la protección de empleados en las plantaciones de plátanos que se cosechaban en Colombia, también despojando a la fuerza de sus tierras a los campesinos cercanos para extenderse más y más con complicidad del gobierno Colombiano.
Chiquita Brands admitió en una corte federal que la compañía pagó al grupo armado ilegal colombiano para proteger a sus empleados. Como parte de un acuerdo entre los querellantes, la Compañía se declaró culpable de hacer negocios con una organización terrorista. A cambio la compañía pagará veinticinco millones de dólares y los documentos de la corte no revelarán las identidades de los ejecutivos que aprobaron los pagos ilegales de protección.
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