El Gobierno del Ecuador ha declarado este martes el estado de excepción después de que uno de los delincuentes más peligrosos del país desapareciera de su celda y los funcionarios de prisiones fueran dominados y tomados como rehenes en medio de disturbios en cárceles de todo el país.

El presidente Daniel Noboa, decidió declarar la existencia de un “conflicto armado interno” en el país, lo que implica el despliegue inmediato y la intervención de las fuerzas de seguridad contra el crimen organizado.
Y en la mañana del lunes, se reportaron graves motines en al menos seis cárceles de Ecuador, con varios reportes de guardias que fueron tomados como rehenes por los prisioneros, hechos que dejan 10 muertos en Guayaquil.
El país ha vivido hoy una escalada de terror y violencia sin precedentes. A las dos de la tarde, la transmisión de TC Televisión se interrumpió y un grupo de delincuencia organizada tomó como rehenes a los periodistas.
En señal en vivo y a nivel nacional, todo el país presenció cómo cerca de diez hombres encapuchados y armados apuntaban a los trabajadores del canal en la ciudad de Guayaquil.
En casi media hora en directo, en la que los periodistas suplicaban que no les hicieran daño, se escucharon disparos en el set de televisión. Después, se cortó la señal, sin embargo las autoridades anunciaron que esta situación fue controlada por la fuerza pública deteniendo a los asaltantes y que podrían ser judicializados como terroristas.
El mandatario, que empezó su período hace menos de dos meses, ha tomado la decisión de declarar el estado de guerra un día después de decretar un toque de queda nocturno. Además, ha declarado a 22 grupos de delincuencia organizada como terroristas y ha dado la orden a las Fuerzas Armadas de ejecutar operaciones militares para neutralizarlos a como de lugar.

El lunes se inició una intensa persecución con miles de soldados y policías en busca de Adolfo Macías, alias Fito, líder convicto de la poderosa banda de narcotraficantes Los Choneros.
El narcotraficante, de 44 años, fue dado por desaparecido el domingo tras evadirse de la prisión de la ciudad portuaria de Guayaquil, donde cumplía condena, justo antes de ser trasladado a un centro de máxima seguridad de la misma ciudad.

En respuesta, el presidente Daniel Noboa, declaró el Estado de excepción durante 60 días: “Se acabó el tiempo para que los condenados por narcotráfico, asesinato y crimen organizado le digan al gobierno qué hacer”.

En los últimos años, el país sudamericano ha vivido una pesadilla de violencia, en la que los sucesivos gobiernos se han mostrado literalmente «incapaces» de frenar a las facciones del crimen organizado que dominan desde las cárceles y actuar delictivo muchas de las actividades cotidiana.
La desaparición de Macías, una figura influyente que incluso grabó un vídeo musical de “narcocorridos” entre rejas, hizo que las autoridades se apresuraran a averiguar si se había fugado como hizo hace una década de otra cárcel.



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