En medio de una reunión de casi dos horas con un centenar de altos mandos militares, generales y almirantes de todo el país, el presidente Gustavo Petro Urrego planteó este viernes las estrategias de seguridad para la que denominó esta nueva fase de la guerra en Colombia, donde «la ideología ya es un tema del pasado, no existe, lo que predomina hoy es el poder del dinero y el control territorial».
“El arma del enemigo no es el fusil, es el dinero”, porque “el dinero puede quitar el poder del Estado en el territorio”, agregó.
En su diálogo con los altos oficiales, el jefe de Estado se refirió al tema de la paz y explicó que la normatividad colombiana “diferencia la negociación política, que es propia de la segunda fase del proceso, que versa sobre el poder”, con respecto “al sometimiento de la justicia, que es una negociación jurídica, se establece entre jueces y delincuentes; no es política, no versa sobre el poder”.
Por ello, trajo a colación la experiencia con el ELN, de la que dijo “no está en cese al fuego, no lo quisieron, hay una guerra en el territorio, sobre todo, de ellos con otros grupos, no con el Estado”.
“El ELN ha variado, no es un grupo insurgente como antaño, está peleando territorio por la economía ilícita”, anotó.
En paralelo, se refirió al Clan del Golfo, del que aseguró que “ellos pueden decir ‘sí aceptamos cese al fuego’, lo dijo y ¿cómo concibió el cese al fuego? Que el Estado no viene a luchar contra nosotros, no se mete aquí en el territorio; pues chévere, porque nosotros seguimos haciendo lo que estamos haciendo que es traquetear”.
Sin embargo, comentó que “la experiencia con el Clan del Golfo nos demostró que apenas fuimos por las dragas y las dinamitamos estalló el paro, o sea que no dinamitáramos las dragas. ¿Qué nos mostró eso? Que el tema sí eran las dragas ahí en esa región”.
Ante la muestra de que las dragas le eran esenciales para la minería ilegal y la dependencia de la sociedad de este ejercicio ilegal, el Presidente dijo que ordenó a la tropa que permaneciera y copara el territorio.
Pero, “hay dificultades: hasta que los tipos del Clan que estén por ahí empiecen a permear la tropa, porque lo hacen es por dinero y los empiezan a debilitar”.
“Eso se puede contrarrestar fácilmente, la tropa se mueve, fluye, tiene que fluir. Si la tropa se mueve, no puede permanecer por mucho tiempo, la prevención es fundamental”.
Adicionalmente, se refirió al tema de la coca, el narcotráfico. Y recordó que la “fumigación fracasó como estrategia”, por lo que preguntó: “¿Cómo logramos dificultar el negocio ilegal? Con inteligencia” que redunde en la captura de los empresarios ilegales y el decomiso de la mercancía.
Por esto, reiteró que las autoridades deben atacar las economías ilícitas de los grupos armados al margen de la ley y no bajar la guardia frente al Eln, así se esté desarrollando un diálogo de paz con la guerrilla.
«Tenemos al ELN negociando, pero no significa que se bajó la guardia con su economía ilícita, hay que destruirla. Terminará diciendo sí en la mesa si se da cuenta que el traqueteo no sirve y ahí nos ahorraremos vidas humanas de aquí, de allá, tiempo», señaló el jefe de Estado.
De otro lado, puntualizó que «el objetivo de esta reunión que propusimos ayer es con la intención de clarificar lo que nos proponemos con la seguridad en relación a los grupos armados en lo que tiene que ver explícitamente con esta derivación de la violencia, ayer hablamos algo de esto con la conmemoración del aniversario 72 de las FF. MM. y estamos aquí para que no produzca confusión lo que queremos, más en medio de las burbujas de la prensa, y aunque en realidad se está construyendo la perspectiva de paz, la prensa le llamo paz total, a mí el nombre no me gusta, hay un accionar militar alrededor de esa estrategia», señaló.
Insistió en que «la violencia en Colombia tiene fases diferentes, no es la misma de hace 72 años, confundirlo es errar, tener estrategias para fases previas nos conduce al fracaso. (…) En la violencia liberal y conservadora, la inteligencia, la policía se convierte en un instrumento de acción mortal, política, el ejército logra guarecerse y es el ejército el que brinda una salida a la fase, que es la de Rojas Pinilla, que históricamente ahí nace mi raíz política, y después la junta militar, y esto es un golpe, pero el golpe no lo dieron los militares, el golpe lo dio un sector conservador contra otro sector conservador, y en eso le tocó a Rojas asumir el poder, pero la actitud militar fue intentar la pacificación del país».
Añadió que «en esta época la respuesta liberal fueron las guerrillas, nuestro país era mayoritariamente campesino y esas guerrillas se fueron a las montañas y al final este conflicto se solucionó a través de un paso militar hacia la reconciliación y después los políticos decidieron un acuerdo que fue el Frente Nacional».
Explicó que luego «con las FARC la inteligencia se vuelve política, ideológica, la izquierda y la derecha: el Ejército aquí sí toma partido, este es un mundo donde la guerra es política y el cerebro militar se vuelve político, una guerra política es fácil de solucionar, la política es cómo se accede o cómo se mantiene el poder».
Y plantea que «en 1993 arranca esta fase, la tercera, los acuerdos de paz fueron pacificando el mundo, pero las FARC decidieron mantenerse, y la mafia, que venía creciendo, decide que en vez de comprar coca de Bolivia y Perú, empieza la irradiación de cultivos de coca en Colombia».
Recordó en este sentido que, con el tiempo, la violencia cambia y aseguró que la ideología ya es un tema del pasado, no existe, lo que predomina hoy es el poder del dinero y el control territorial.
Advirtió Petro que cuando mueren los combatientes “los botan por ahí como si fueran ladrillos, no les interesa el ser humano, ya no son sus combatientes ideológicos, su compañero, que cayó”.
Se trata de “un insumo que compraron con plata, les pagaron sueldo, se murieron, van al otro día, vuelven con la plata y los reemplazan”, dijo.
Por esta razón, aseguró que son ejércitos ilegales “eternos”, lo que representa una dificultad para el Estado, debido a que “pueden prolongarse en el tiempo porque, mientras haya un mercado que permita contratar personas hacia la guerra, pueden seguir ese mercado” y esto se presenta por la ausencia del Estado, la pobreza y la falta de oportunidades para los jóvenes.




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