«No teníamos conocimiento que existía una política estatal detrás de la creación de grupos de defensa. Este paramilitarismo surge de la mano del Estado», aseguró Mancuso.
Desde Georgia, Estados Unidos, quien fuera el máximo jefe paramilitar, Salvatore Mancuso, se conectó a una Audiencia Única de Verdad ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en la que se comprometió a revelar los nexos entre los paramilitares, el Ejército, los políticos, empresarios y otros personajes influyentes del país, para que este tribunal defina si puede someterse a esta justicia.
Una de las revelaciones que hizo el exjefe paramilitar es que el ex vicepresidente, Francisco Santos Calderón, solicitó la creación del Bloque Capital de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) pues “las personas estaban agobiadas por la guerrilla”.
La diligencia judicial ante los magistrados de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP en su primer día que estuvo enfocado en las Convivir como fachada del accionar paramilitar y duró más de siete horas.
El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso aseguró que sobre los aportes que está haciendo ante la Jurisdicción Especial para la Paz entregará documentos y fotos que soportan su testimonio.
Como aportes que se pueden considerar extraordinarios están: Menciones a nuevos nombres de la Fuerza Pública, incluidos miembros de la Policía Nacional. Así mismo, de la Armada Nacional en Montes de María.
El magistrado Pedro Díaz le preguntó a Mancuso quien es considerado como uno de los más grandes criminales de colombia si está dispuesto a dar nombres y nuevos hechos en los espacios reservados decretados por la magistratura. «Sí, su señoría, es un compromiso que hago ante ustedes, las víctimas y el país hoy aquí presentes», respondió.
Ratifica expresamente que las Convivir fueron estrategia y mediación entre la ilegalidad y la Fuerza Pública, para consolidar el paramilitarismo.
“Por cada dos bajas el Ejército nos daba un fusil en un principio, luego nos vendía armamento con salvoconducto, el que era ilegal no lo decomisaban, si caían los muchachos en retenes les devolvían el arma”.
Informó sobre mediación de empresarios, señalando nuevos nombres, para la compra de armas y creación de grupos.
“Sabas Pretelt de la Vega nos trasladaba las preocupaciones de los comerciantes y el pedido para la creación de grupos de autodefensas”.
El ex jefe paramilitar brindó información sobre 70 grupos especiales de operaciones integrados por fuerza pública y miembros de autodefensas y señala haber sido “comandante de facto” de la Brigada 11 del Ejército, luego de la muerte del mayor Frattini Lobascio, al punto de dirigir operaciones.
Este 11 de mayo continuará la diligencia y se enfocará en la práctica criminal de las Operaciones conjuntas entre paramilitares y Fuerza Pública.
De hecho, Mancuso relató como él mismo siendo un ganadero de Córdoba y agotado por las extorsiones de la guerrilla, buscó la ayuda del Estado y “terminó reclutado por el Ejército, que le pidió su colaboración como guía e informante contra las Farc”.
En ese momento, según el relato de Mancuso, se les facilitó la compra de radios para informar al Ejército y la Policía sobre la presencia de la guerrilla en las fincas e incluso recibieron capacitación. Añadió que en las Convivir recibió entrenamiento “en todo tipo de artes de guerra que son las que utilizó después y multiplicamos en toda Colombia. Yo no aprendí eso en las autodefensas, lo aprendí con la Policía y el Ejército”.
Tiempo después fue contactado por la casa Castaño que vio en las Convivir “un instrumento valiosísimo para el fortalecimiento de las autodefensas. Algunas personas eran reticentes al discurso de las AUC, pero a través del aparato legal de las Convivir era más fácil convencerlas”, dijo.
“Así fue como se logró que apoyaran a través de la legalidad, la ilegalidad. Se combinó esta bisagra que fue un entramado profundo de todos los grupos que se crean y se engranan entre la fuerza pública y la autodefensa ilegal”.
Pero Mancuso también reveló como fueron convirtiendo a campesinos inocentes en objetivos militares y a la pena de muerte, “esa arma de la infamia y la estigmatización de la guerra en Colombia, nos llevaba a recibir los informes como una verdad incontrovertible”, narró.
En cuanto a si las AUC tuvieron participación en las ejecuciones extrajudiciales, indicó que “en muchas” que luego eran presentadas como bajas en combate por parte del Ejército Nacional.
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