En el sector de Navarro, en el oriente de Cali, en medio de dramáticas y agresivas escenas se realizó este jueves 6 de octubre el desalojo de una de las invasiones más grandes en la ciudad. Se trata de 30 hectáreas de la hacienda Aldovea, en la que viven más de 4.500 personas.
El predio está a un costado del Hospital de Aguablanca, el colegio Isaías Duarte y la subestación de Energía de Emcali, así como se encuentra muy cerca de la terminal de SITM MIO.
De acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), el suelo está destinado para el agro, aunque desde la alcaldía de Cali se indicó que allí se haría la Universidad Distrital.
En la zona viven 1.524 personas, de las cuales 480 están caracterizadas como víctimas del conflicto, 274 están afiliadas a cajas de compensación familiar, 80 han recibido subsidios de vivienda, 119 están en la base de catastro y 148 tienen subsidios asignados.
Frente al proceso, el secretario de Paz de Cali, Fabio Cardozo, indicó que “No podemos eludir la orden judicial. Hay unas 5,000 personas y algunas han sido instrumentalizadas por quienes quieren hacer negocios con tierras”, mientras que el secretario de Seguridad, Jimmy Dranguet, aseguró que la orden de desalojo se tiene desde hace más de un año y se dará bajo el respeto de los derechos humanos.
El desalojo sigue avanzando a paso lento ante las tensiones que continúan con la comunidad, que piden detener el proceso. En varios momentos, la Policía ha lanzado gases lacrimógenos, mientras que dentro del predio están funcionarios de la alcaldía haciendo el desmonte de los cambuches.
Líderes y organizaciones sociales han llamado la atención a la alcaldía de Cali, ante el procedimiento que se realiza en los asentamientos Palenque, La Conquista y Estambul.
La Secretaría de Seguridad de Cali confirmó que un policía resultó lesionado en medio de los enfrentamientos, por lo que tuvieron que ponerle cuatro puntos en la cabeza. Los disturbios ya fueron disipados, pero persisten las tensiones en la comunidad ante el avance del desalojo.
Hasta horas de la tarde persisten las tensiones entre las autoridades y las más de 400 familias que viven en el sector del Aldovea, mientras que funcionarios de la alcaldía, con maquinaria pesada, avanzan en el desmonte de los cambuches.
Sobre el operativo, el subsecretario Cesar Lemos asegura que el encargado es el corregidor de Navarro, acompañado del Ministerio Público y la alcaldía. “Por protocolos, las Fuerzas de la Policía debe ingresar para asegurar el terreno y garantizar la entrada del resto de funcionarios, mientras que Emcali hace los cortes del fluido eléctrico, debido a que en esta zona están conectados de manera ilegal”.
Debe estar conectado para enviar un comentario.