Tras casi dos meses de reuniones con los partidos políticos y los gremios económicos del país, así como como los distintos sectores de opinión, la academia y medios de comunicación, comisiones económicas de Cámara y Senado aprobaron el texto final concertado en primer debate.
«Aprobada en primer debate la Reforma Tributaria. Para quienes decían que íbamos a pupitrear, debatimos 9 horas. La oposición tuvo todas las garantías que nunca tuvimos cuando éramos opositores» sostuvo el senador Gustavo Bolívar quien junto a la Representante a la Cámara Katherine Miranda y el Presidente de la Corporación Daniel Bracero, brindaron por este resultado de la llamada nueva «Aplanadora Petrista» en el legislativo.
La iniciativa legislativa busca recaudar 22 billones de pesos para el 2023 y en los próximos días se buscará con las mayorías políticas del gobierno de Gustavo Petro convertir este proyecto en ley en las plenarias.
Los ponentes coordinadores del proyecto por parte del Senado Clara López Obregón, Juan Carlos Garcés y Juan Diego Echevarría y por la Cámara de Representantes Jorge Hernán Bastidas y Álvaro Henry Monedero, anunciaron que esta reforma será una realidad de acuerdo a los compromisos partidistas y consenso logrado por las mayorías.
Quedó claro que la mayor parte de ese recaudo la asumirá el sector minero-energético. No obstante, entre los cambios más importantes está la eliminación del impuesto a las exportaciones de petróleo y carbón. Al contrario, a estas empresas se les pondrá una sobretasa de renta que equivale al 10 por ciento el primer año, al 7,5 por ciento el segundo y 5 por ciento en el tercero. Tampoco podrán deducir las regalías del impuesto de renta.
“Eso significa que ese sector va a dar un poco más de 9 billones de pesos. Es una parte importante de la reforma”, aseguró el ministro José Antonio Ocampo.
El funcionario comentó que se aprobó una sobretasa de 3 puntos a las hidroeléctricas y de 5 puntos al sistema financiero.
Otro de los cambios más significativos es que no se incluyeron los días sin IVA. Aunque la semana pasada el ministro había dado aval a la propuesta de incluir dos días para el 2023 y que los descuentos aplicarían solo para los productos nacionales, finalmente esta no va en la ponencia.
En materia de renta, el ministro explicó que las personas pondrían 3,5 billones de pesos, una cifra que llegaría a 6,7 billones en el último año de gobierno por la progresividad que se le piensa dar al impuesto al patrimonio.
La propuesta es que el impuesto al patrimonio quede de la siguiente manera: a partir de 3.000 millones, con una tarifa marginal del 0,5 por ciento; a partir de 5.000 millones, de 1 por ciento, y desde los 10.000 millones de pesos, de 1,5 por ciento. Esa tarifa más alta no queda permanente.
El proyecto también contempla los impuestos saludables a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados. La lista de estos últimos se ha modificado y por ejemplo algunos productos como el salchichón ya no quedarían gravados, pero se mantienen los productos de galletería, las confituras o los helados, entre otros. La tarifa sería gradual del 10 por ciento en el 2023, de 15 por ciento en el 2024 y de 20 por ciento en el 2025.
Pero Ocampo recalcó que negocios pequeños como las panaderías no tendrían que asumir estos impuestos.
Si bien los dividendos, hoy sujetos al 10 por ciento, iban a quedar con una tarifa progresiva que podía llegar hasta el 39 por ciento, se acordó que la tasa irá entre el 0 y el 20 por ciento.
Para las ganancias ocasionales, cuya tarifa hoy es del 10 por ciento, y que inicialmente se iba a liquidar con la tabla de renta de personas naturales, en rangos del 0 al 39 por ciento, se acordó que el impuesto pase al 15 por ciento, a excepción de las loterías, que quedó en 35 por ciento.
La cárcel para evasores tampoco se metió finalmente en el proyecto debido a una sentencia de la Corte Constitucional que impide que las comisiones económicas del Congreso discutan proyectos que tengan incidencia penal.




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