El presidente Gustavo Petro Urrego posesionó este jueves, en la Casa de Nariño, a siete nuevos funcionarios del Gobierno Nacional.
Se trata de Luis Guillermo Pérez, superintendente de Subsidio Familiar; Luis Eduardo Llinás Chica, director general de la Unidad Administrativa Especial de Información y Análisis Financiero, UIAF; José Daniel Rojas Medellín, presidente de la SAE; Germán Gomez, consejero para la Información y Prensa; Roberto Andrés Idárraga, secretario de Transparencia; Jorge Iván Bula, director de la Escuela Superior de Administración Pública, ESAP y Roosevelt Rodríguez, superintendente de Notariado y Registro.
Durante el acto, el jefe de Estado se refirió a la necesidad de frenar el lavado de los dineros del narcotráfico como fórmula clave para poder quitarle el combustible a muchas de las violencias que se perpetran en lo rural y lo urbano a lo largo y ancho del país.
«Para poder lavar activos se necesita la corrupción pública, en esa simbiosis entra la mayor parte del contrabando al país, casi que bajo la vigilancia estatal, no para detenerla sino para que continúe su camino», advirtió.
Retomó el mandatario su pronunciamiento en este sentido recalcando en que «muchas de las circunstancias que vemos a diario de muertos por negocios de cocaína y oro, al final tienen una especie de almendrón y es que necesitan volverse dinero y esa transformación de esas economías ilícitas solo se puede hacer a partir de utilizaciones mismas del Estado».
Concluyó el tema comentando que «con las capturas de los alias en Chocó y otros lugares se llenan las cárceles, pero el verdadero problema de todo eso se da aquí en Bogotá, donde están los verdaderos dueños del narcotráfico».
Y, finalmente, reiteró sobre los bienes incautados a las mafias que «Con lograr pasar esos bienes por $22 billones de la SAE a la economía campesina empieza la reforma agraria».
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