El papa Francisco expresó hoy su preocupación y dolor por la situación en Nicaragua y pidió hoy «un diálogo abierto y sincero» para que «se puedan encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacífica».
Sin embargo en un llamamiento al final del rezo del ángelus en la Plaza de San Pedro el papa Francisco no hizo referencia al arresto este viernes del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, por parte de agentes policiales.
El nombre de monseñor Rolando Álvarez está dando la vuelta al mundo: el obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, investigado por el régimen criminal de Nicaragua, se ha convertido en la cara visible más reciente de las tensiones de larga data entre la Iglesia católica y el sandinismo.
Este viernes 19 de agosto, su diócesis informó que la policía había entrado a la curia de Matagalpa. Más tarde, las fuerzas del orden confirmaron que lo habían trasladado a él y otros religiosos a la capital.
Días atrás, la diócesis de Matagalpa informó que, bajo el argumento de que no tenían habilitación, el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones había ordenado el cierre de siete radios de la diócesis: Radio Hermanos, Radio Santa Lucía de Ciudad Darío, Radio Católica de Sébaco, Radio Aliens de San Dionisio, Radio San José de Matigúas, Radio Monte Carmelo de Río Blanco, y Radio Nuestra Señora de Lourdes en La Dalia.
Todas esas emisoras de radio son por Álvarez, quien dijo durante una homilía en Matagalpa que en 2016 sostuvo un encuentro con el fallecido director de Telcor Orlando Castillo, a quien le presentó toda la documentación de las radios y le solicitó la autorización de operación, pero desde la fecha no han recibido respuesta.
«Nos han cerrado todas nuestras radios. Pero la Palabra de Dios, no la callarán», escribió el sacerdote en el 1 de agosto en la red social Twitter, donde publica con regularidad.
Álvarez y otros 7 sacerdotes y seminaristas que se encontraban retenidos en la curia desde hace 16 días fueron trasladados a Managua durante un operativo ejecutado la madrugada de este viernes, como parte del proceso de investigación que se les sigue, informó la Policía Nacional de Nicaragua en un comunicado publicado en sus redes sociales.
Sin detallar la razón de la detención, la Policía asegura que los religiosos persistían en actividades «desestabilizadoras y provocadoras» contra el régimen nefasto y antidemocrático del presidente José Daniel Ortega Saavedra que ha venido persiguiendo la Iglesia Católica.
La persecución contra Álvarez, una de las voces más críticas en Nicaragua, ha empezado desde hace varios meses. En mayo se resguardó en un templo en Managua por horas, luego de que policías lo siguieran a donde se movía.
Ortega ha emprendido una ofensiva contra la Iglesia Católica desde el año 2018, cuando empezaron las protestas contra su gobierno.
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