Puerto Tejada conmemoró el Mandamiento del Amor este Jueves Santo

 

Este jueves Santo  14  de  Abril  la  comunidad  de  fieles del Templo Parroquial  de  la  Inmaculada Concepción de  Puerto Tejada  conmemoró la Institución de La Eucaristía como el regalo de Amor, también se conmemoró la Institución de uno de los Sacramentos de entrega y abandono total al Señor: el Sacramento de La Orden Sacerdotal y La Vida de Servicio a los demás.

El  Párroco  del Templo Padre Francisco Javier Trujillo Céspedes,  señaló   que con la celebración del Jueves Santo no solo se abre el Triduo Pascual. “En este día nuestra Iglesia Católica conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena, pero a la vez con las Palabras mismas de Jesucristo Hagan esto en conmemoración mía, festejamos a todos los valientes que dijeron sí, un sí de corazón como el de María a vivir una vida consagrada a Jesús y con el gesto del lavatorio de pies también festejamos a todos aquellos que dedican su vida a servir de manera humilde y extraordinaria a los demás cumpliendo el último mandamiento de Cristo” sostuvo el sacerdote .

El  religioso  explicó  a  los   feligreses   cómo  los  sacerdotes  de  la  Diócesis de  Popayán  se manifiestan  de la comunión existente entre el obispo Omar Alberto Sánchez Cubillos , Arzobispo de Popayán, y sus presbíteros en el sacerdocio y ministerio de Cristo y es con este gesto que los Sacerdotes de la iglesia  particular en el Cauca celebran un año más de la institución de La Vida Sacerdotal.

En  la Misa Vespertina se dio Introducción a la celebración del Triduo Pascual es así como el Jueves Santo llega a su máxima relevancia. En ésta tarde se da comienzo al Triduo Pascual que culminará en la vigilia que se conmemora, en la noche del Sábado Santo al Domingo de Pascua la Resurrección de Jesucristo.

Al comienzo de la celebración, el sagrario que  para  este  año se  engalanó con bellos  adornos  florales se presentó vacío con la puerta abierta. El altar mayor, donde se celebró la Santa Misa, se adornó con cirios, manteles y sin flores hasta la Resurrección.

Como en todas las celebraciones litúrgicas se inicia con la entrada procesional, encabezada por los acólitos, seguida por  el celebrante principal, el padre Trujillo Céspedes. Mientras tanto, el coro  de  colaboradores acompañó con cantos, pues ya ha terminado la Cuaresma y se va a celebrar uno de los momentos más importantes del año litúrgico, la Institución de la Eucaristía y el mandamiento del amor. Los cantos de esta celebración están enfocados a la celebración de la institución de la Eucaristía. El color de ésta celebración es el blanco  sustituyendo al morado.

Durante el lavatorio de los pies se entonó un cántico relacionado con el Mandamiento Nuevo del Amor entregado por Jesucristo en esta noche santa, destacando frases del texto del discurso de Jesús en la última cena, recogido por el Evangelio de San Juan. Y es así que celebró la Institución del Mandamiento de Amor, “Ámense los unos a los otros como Yo los he Amado en términos sencillos El servicio a los demás con y por Amor a Cristo” les  recordó  el cura párroco a  los  jóvenes  que  representaron  a  los  apóstoles  y files  asistentes.

La celebración se realizó en un ambiente festivo, pero sobrio y con una gran solemnidad, en la que se mezclaron sentimientos de gozo por el sacramento de la Eucaristía y de tristeza por lo que se recordará a partir de esa misma tarde de Jueves Santo, con el encarcelamiento y juicio de Jesús.

Una vez se  repartió a Comunión como de costumbre, el Santísimo Sacramento se trasladó desde el Altar donde se ha celebrado la Misa en procesión hasta el llamado “Altar de la reserva” o “Monumento”, un altar exclusivo preparado para esta celebración, que debe estar fuera del templo y de la nave central, debido a que en la celebración del Viernes Santo no se celebra la Eucaristía.

Quedando  listo para  que durante  la noche se mantenga la adoración del Santísimo en el “Monumento”, celebrándose la llamada “Hora Santa” en torno a la casi medianoche, “dispuesto el Santísimo  este Jueves Santo como Día del Amor Fraterno pues Dios nos amó tanto que nos dio a su Hijo Único para que fuéramos salvados creyendo en Él, y Jesús entrega su vida a cambio de la nuestra y no hay prueba de amor más grande que el que da la Vida por los suyos. Y no sólo bastándole eso, en la locura de amor más grande por nosotros, no sólo se entrega y da la vida, si no que se queda con bajo las apariencias del Pan y el Vino; Su Sacrificio de Amor más grande: La Cruz. Su regalo de amor más grande: La Eucaristía” explicó el  padre Francisco Javier Trujillo.

El  sacerdote  de  la  Inmaculada  Concepción de  Puerto Tejada  enfatizó en su  homilía que “Este jueves Santo, no   debe representar tristeza para  nosotros, sino que al contrario represente una verdadera Felicidad y una respuesta de Amor ante el mandamiento que nos dejó Cristo de Amarnos como Él nos amó, sirviendo a los demás, que La Eucaristía sea un cumplimiento más de su palabra en ti, pues en ella se cumple su promesa de estar con nosotros siempre hasta el final de los tiempos, por tanto no permitas que el pecado te quite la gracia de poder comulgar, para que cada vez que comulgues se cumpla en ti su última promesa”.

Colaboradores  y feligreses   aprovecharon  la  ocasión  y  felicitaron  al  padre   Francisco  Javier, oraron por él y agradecieron a Dios por su valentía al dar el Sí a la vida sacerdotal y su labor  pastoral al frente de este Parroquia.

Una vez terminado los oficios, se rememoró la oración y agonía de Jesús en el huerto de los olivos, la traición de Judas y el prendimiento de Jesús, que se celebró y cerró  con una procesión en la noche del Jueves Santo.

Fotos: Gloria Inés  López Orduy-Milena Cuellar Izquierdo

 

Redacciòn