Durante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York, se nombró a la periodista colombiana Jineth Bedoya Lima como embajadora mundial en la lucha contra la violencia sexual.
Este martes se conoció que la editora de EL TIEMPO y líder de la campaña No Es Hora de Callar, contra las violencias contra las mujeres, Jineth Bedoya Lima, fue nombrada por la ONU como embajadora global en la lucha contra la violencia sexual en el marco del conflicto armado.
Ante la ONU, donde se oficializa su designación, la periodista y sobreviviente de violencia sexual hablará sobre este nombramiento y la lucha en contra de este flagelo.
El 18 de octubre del año pasado la Corte IDH condenó al Estado colombiano por el secuestro, tortura y violencia sexual de los que fue víctima Bedoya el 25 de mayo del 2000.
Ese día, la periodista fue interceptada en la entrada de la cárcel La Modelo de Bogotá, donde iba a realizar una entrevista a un ex paramilitar, pero que resultó ser una trampa que terminó en su secuestro y posterior abuso sexual con la complicidad de funcionarios del INPEC en alianza con los Paramilitares.
Antes de la intervención de Bedoya, la vicepresidenta y canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez, destacó su labor en defensa de las mujeres y las víctimas del conflicto.
Así mismo, la vicepresidenta habló de los esfuerzos y programas del Gobierno para atender a víctimas de violencia sexual en el marzo del conflicto.
«A mí personalmente me duele reconocer las múltiples demoras que ha habido para lograr una justicia eficaz en su caso. Ella representa un hito en la protección y reivindicación de los derechos de las mujeres. Desde nuestro gobierno se reconoció la responsabilidad parcial por un crimen que jamás ha debido ocurrir y nos avergüenza. Ningún caso es aceptable, por eso apoyamos los esfuerzos para sancionar estos delitos», dijo Ramírez.
Posteriormente, Pramila Patten, representante especial del Secretario General de la ONU sobre Violencia Sexual en Conflictos, habló de la lucha de las defensoras de derechos humanos y periodista en el mundo por una vida libre de violencias, destacó la importancia de trabajar con las supervivientes para que sean agentes de cambio. Patten también puso de relieve la lucha de dos décadas de Bedoya Lima por la dignidad y la justicia para las víctimas de violencia sexual.
La representante oficializó el nombramiento de Bedoya como embajadora global en la lucha contra la violencia sexual en los conflictos, y le manifestó que está emocionada por el trabajo que emprenderán en este aspecto.
«Gracias por estar en este momento tan importante no solo para mí como sobreviviente, sino para todas las mujeres sobrevivientes en el mundo. Ser sobreviviente no es solo seguir respirando, es ayudar a cambiar la vida de otras», dijo Bedoya seguidamente.
La periodista Jineth Bedoya fue víctima de violación, tortura y secuestro en el año 2000, mientras realizaba una investigación periodística sobre el tráfico de armas en la Cárcel La Modelo de Bogotá con miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
El 25 de mayo tenía una entrevista con Mario Jaimes Mejía, alias «el Panadero», un recluso y uno de los más tenebrosos líderes criminales de las Autodefensas Unidas de Colombia, el ejército ilegal que luchaba contra las guerrillas, como parte de un reportaje sobre el tráfico de armas dentro de la prisión.
Pero la cita fue una trampa que, inevitablemente, contó con la complicidad de los guardianes a cargo de la Modelo, según la Corte IDH. Con la complicidad, pues, de funcionarios del Estado.
La secuestraron, se la llevaron en un auto y la retuvieron durante 16 horas en las que fue drogada, torturada y violada por varios miembros de las AUC.
El juez quinto especializado de Bogotá lo condenó a pagar 28 años de cárcel por su responsabilidad en el ataque contra la periodista, ocurrido el 25 de mayo del año 2000.
Por esos mismos hechos ya había sido condenado a 11 años y cinco meses de prisión el ex-Auc Alejandro Cárdenas Orozco, alias JJ, quien aceptó los cargos de secuestro y tortura, pero negó su responsabilidad en el delito de violación, por el que irá a un nuevo juicio.
Sobre el ‘Panadero’ el juzgado señaló: “El acusado gozaba de cierto mando acolitado por funcionarios del INPEC al interior del penal en representación de las Autodefensas Unidas de Colombia, además por su cercanía con el principal gestor del atroz crimen, Miguel Arroyave”.
«Este es un mensaje para el periodismo en Colombia», le dijeron, en un recado para la prensa que se atreviera a cuestionar las prácticas atroces de un ejército creado para, supuestamente, defender al país de la amenaza guerrillera y comunista.
Aunque el Estado le ha pedido perdón y le dio una indemnización de 24 millones de pesos (unos US$10.000 en su momento), Bedoya duda de la autenticidad de ese perdón y rechazó el dinero.
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