El presidente, Joe Biden, celebró este viernes en la Casa Blanca la histórica confirmación de Ketanji Brown Jackson como la primera jueza negra en llegar a la Corte Suprema.
«Han tenido que pasar 232 años y 115 nombramientos previos para que una mujer negra sea seleccionada para formar parte del Corte Suprema de Estados Unidos», dijo la jueza entre aplausos y vítores, «pero lo hemos conseguido. Lo hemos conseguido. Todos nosotros».
Citando a la poeta y activista por los derechos civiles Maya Angelou, exclamó: «Lo hago ahora mientras traigo los regalos que dieron mis antepasados. Soy el sueño y la esperanza del esclavo».
«En mi familia tomó una generación pasar de la segregación a la Corte Suprema», añadió en una confirmación que tardó 46 días en producirse.
Fue confirmada por el Senado el jueves y se sentará en el banquillo a finales del verano, ocupando el lugar del juez Stephen Breyer, que se jubila de un tribunal que estuvo compuesto exclusivamente por hombres blancos durante casi dos siglos.
La jueza Ketanji Brown Jackson, elegida por Joe Biden para el Tribunal Supremo de Estados Unidos, fue confirmada ayer jueves por el Senado en el cargo convirtiéndose en la primera mujer afroestadounidense en ocupar uno de los nueve puestos vitalicios del Tribunal Supremo en sus 232 años de historia.
En una primera instancia, Jackson superó un voto de procedimiento con el respaldo de 53 senadores, mientras que 47 votaron en contra, la misma votación definitiva que la ratificó en el cargo y que fue anunciada por la vicepresidenta Kamala Harris en medio de una ovación del legislativo.
Presidiendo la sesión estaba el senador afroestadounidense Cory Booker de Nueva Jersey, quien ofreció un emocionante discurso en el tercer día de las audiencias para evaluar la candidatura de la magistrada.
Booker criticó a los republicanos por haber buscado cualquier excusa para atacar a Jackson y aplaudió todo lo que la jueza había logrado para llegar hasta allí, siendo además una mujer negra y con los obstáculos que eso implica.
«Nadie va a robarme la alegría», declaró entonces Booker, mientras Brown se secaba las lágrimas.
La confirmación en el Senado de Jackson, que desde el año pasado es jueza en la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, se daba por segura ya que los demócratas tienen los 51 votos necesarios para hacerlo.
Sin embargo, también contaron con el apoyo de republicanos como: Susan Collins de Maine, Lisa Murkowski de Alaska y Mitt Romney de Utah, por lo que la votación tuvo aire bipartidista tal y como quería Biden.
La vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, fue la encargada de presidir el Senado para el voto final para confirmar a Jackson.
Como Jackson, Harris está llena de primeras veces y, en enero de 2021, se convirtió en la primera afroestadounidense y la primera mujer de origen indio o asiático en alcanzar la vicepresidencia de EE. UU.
La llegada de Jackson a la corte no cambiaría la composición ideológica del Supremo estadounidense, que con seis jueces de tendencia conservadora y tres progresistas, está más inclinado a la derecha que en ningún momento desde la década de 1930.
No obstante, sí ampliará la diversidad de una corte en la que ahora mismo hay cinco hombres blancos, uno negro y tres mujeres, una de ellas la latina Sonia Sotomayor.
Jackson reemplaza a uno de esos hombres blancos, Stephen Breyer, que es uno de los tres únicos miembros de la bancada progresista de la corte y que anunció en enero que planea retirarse a los 83 años.
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