Este domingo un grupo de encapuchados ingresó abruptamente a una de las misas celebradas en la Catedral Primada de Bogotá.
Las iglesias y templos son, si no los más importantes, espacios sagrados con sus propios símbolos, reglas y organización.
Es por eso que la irrupción de un grupo de encapuchados en la Catedral Primada de Bogotá no pasó desapercibida y generó todo tipo de reacciones en contra. Y más teniendo en cuenta que en ese hecho se mezclaron dos escenarios que, por lo menos en la religión católica, son comúnmente rechazados: el escenario político y el sagrado.
Dicha desacralización fue denunciada por distintos sectores, tanto de derecha como de izquierda, quienes consideraron una afectación a la libertad de culto y un irrespeto a las creencias propias.
Desde el candidato de izquierda de la Colombia Humana y Pacto Histórico Gustavo Petro, pasando por el pastor religioso John Milton Rodríguez, y el aspirante a la presidencia, Federico Gutiérrez, todos condenaron de manera implacable el hecho.
Además, el presidente Iván Duque y la alcaldesa Claudia López también rechazaron con vehemencia lo acontecido en la tarde de este domingo.
Horas después de lo sucedido, una joven que aparece con el nombre Simona en redes sociales, al parecer, se adjudicó la responsabilidad de los hechos. Desde su cuenta de Twitter la mujer publicó parte de las arengas que gritó al ingresar a la Catedral.
“¿Paz? ¿De qué paz hablamos? Cuando olvidamos amarnos los unos a los otros. La paz del país laico de imposiciones ideológicas. El país que aniquila las esperanzas de los pueblos. Que llora la sangre de hermanas y hermanos” sostuvo la mujer en su breve arenga a los fieles que habían asistido a la Eucaristía.
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