Siempre se ha dicho que las tres cualidades que un político requiere para ejercer el liderazgo es tener pasión es decir, tener vocación de servicio hacia los demás y las comunidades, sentido de la responsabilidad ante quienes confiaron en las urnas y mucha mesura , o sea la capacidad para dejar que la realidad de las circunstancias del poder actúe sobre sí mismo sin perder el recogimiento y la tranquilidad que produce ser elegido en un cargo.
Este domingo 13 de marzo en los comicios legislativos por la circunscripción del Cauca César Cristian Gómez Castro ha logrado 19.686 votos de los 59.605 sufragios que el Partido Liberal registró en total, alcanzando la única curul por la colectividad roja.
Gómez Castro, había en el 2015 sacado 69.787 votos para elegirse como alcalde de Popayán y luego de un tormento paso logró terminar su mandato dejando huella y amigos en las bases liberales y populares de la capital caucana lo que le valió un tiquete en el 2022 para ser avalado por la lista liberal en fórmula con el poderoso senador Caldense Mario Alberto Castaño Pérez quien sumó 5.306 votos siendo el senador liberal más votado en el Cauca alcanzando 68.351 votos a nivel nacional y una de las 15 curules del liberalismo.
El Partido Liberal ha ocupado una posición importante en el funcionamiento del sistema político colombiano y en el Cauca hace parte de su propia historia fue el partido de gobierno durante muchos años –hasta el ascenso del uribismo–, y tiene una amplia presencia en los gobiernos municipales y departamentales. Sin embargo, diversos síntomas ponen de manifiesto su deterioro en el sistema de partidos.
El Partido Liberal está huérfano de un discurso convincente que evite equívocos sobre la posición ideológica que representa. Si bien conserva una amplia representación en el Congreso de la República, no ha dejado de perder votos gracias al camino de la irrelevancia, sin embargo siempre fue reconocido como el partido que ejerció la hegemonía social y política en la izquierda colombiana, a disputar su lugar con el centro y con otras formaciones de la llamada nueva política, como el Pacto Histórico.
Hoy el Partido Liberal en el Cauca navega en un mar incierto y su último senador Luis Fernando Velasco, en rebeldía con la dirección de César Gaviria Trujillo, se retiró del partido para apoyar a Gustavo Petro, quien tiene una gran opción de ser el próximo mandatario de los colombianos.
Por ser el único congresista liberal con credencial que asume funciones el próximo 20 de julio cuando se instale la nueva legislatura César Cristian Gómez Castro pasa a ser el nuevo jefe del partido el cauca a quien le pedirán los avales los que aspiren en los comicios regionales y locales a la Gobernación, asamblea ,concejos y alcaldías.
El Partido Liberal fundado el 16 de julio de 1848 por José Ezequiel Rojas en el manifiesto de prensa “La razón de mi Voto”, apoyando al candidato presidencial José Hilario López ya no es el de Uribe y Gaitán, de Alfonso López Michelsen, Julio César Turbay, Virgilio Barco, César Gaviria y Ernesto Samper, ni mucho menos de lo que significó cuando abrazaron las banderas e ideales del trapo rojo un Víctor Mosquera Cháux, Aurelio Iragorri Hormaza, Humberto Peláez Gutiérrez, Guillermo Alberto González Mosquera, Juan José Cháux Mosquera, entre otros, destacadas figuras y dirigentes en su momento,migrando a otros partidos después, sino una pieza más del engranaje del establecimiento político de determinado gobierno, girando más hacia la derecha y seguidor de las ideas neoliberales.
El nuevo fenómeno político en el Cauca es el Pacto Histórico y Francia Márquez Mina quien muy seguramente va ser la candidata a la vicepresidencia del proyecto presidencial de Gustavo Petro, quienes resultando electos y sus aliados van a dar la pauta en los próximos procesos electorales regionales.
En las toldas liberales en uno de los propósitos centrales del liderazgo político de César Cristian Gómez Castro será sin lugar , dejar su nombre en claro de todas dudas y dedicarse a reorganizar las bases liberales, volver agitar las ideas que le valieron el apoyo de los sectores populares en su razón de ser en la promoción del ser humano y la defensa de los derechos fundamentales de las personas, entre otros, el derecho a la vida, a la dignidad humana, a la libertad, a la salud, al trabajo, a la educación, al desarrollo cultural, a la equidad, incluyendo la de género y los grupos más vulnerables de la sociedad.
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