En hechos registrados en el municipio de Pradera, Valle del Cauca, un delincuente le amputó la mano izquierda a la profesora Edith Valencia, de 48 años, cuando ella se resistió a un robo mientras esperaba un bus de transporte público en el barrio Benjamín Herrera.
Informes de la policía dan cuenta que eran cerca de las 5:30 de la mañana cuando la docente se dirigía a su trabajo y un ladrón la intimidó para quitarle su bolso y otras pertenencias, sin embargo, ella se resistió y el ladrón la atacó con un machete, cortándole su mano izquierda.
Su hermano, Faudí Valencia explicó que el sujeto le propinó unos machetazos tanto en la mano derecha, como en la izquierda, que fue la más afectadas porque tiene heridas severas.
‘‘Somos muchos más los buenos y podemos derrotar a esta delincuencia porque desafortunadamente Pradera está invadido de estos delincuentes», contó el preocupado hermano.
Trascendió que la mujer fue trasladada al hospital local, remitida a Palmira y luego a la clínica Imbanaco en Cali, donde gracias al trabajo de los médicos, fue posible salvar la mano y curar la derecha, que también resultó con graves heridas.
Pese a que las autoridades ya tienen identificado al delincuente, durante los allanamientos que se han adelantado no han podido dar con su paradero.
Indicó la Policía que algunas personas que pueden ser familiares y amigos del delincuente lo están ocultando o posiblemente se lo llevaron a otro municipio y por eso están pidiendo la ayuda de la ciudadanía para saber la ubicación exacta de esta persona y presentarlo ante las autoridades para que responda por lo que le hizo a esta docente.
La personera de este municipio, María Teresa Celis, hizo un llamado a respetar la vida y a las autoridades a focalizar estos puntos tan críticos para evitar que, en medio de hechos criminales como este, un ciudadano termine siendo asesinado.
La Policía en este municipio cuenta con solo tres patrullas y que están tratando de poder cubrir toda la ciudad, especialmente en estos horarios en los que los delincuentes aprovechan la soledad para atacar a sus víctimas.
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