Según voceros de la Curia Colombiana, grupos no identificados le han impedido a monseñor Rubén Darío Jaramillo movilizarse alrededor de la comunidad, pues los grupos armados también vienen arreciando las amenazas e intimidaciones en contra de los sacerdotes de la Iglesia católica en el pacífico colombiano.
El secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional, el padre Darío Echeverri, manifestó que: “Como ha tenido la valentía y el valor profético de denunciar lo que allí está pasando, ahora él es la víctima. Le han prohibido acercarse a las regiones de su diócesis, le tienen vetado ciertos lugares del puerto de Buenaventura para que los visite como pastor”.
Explicó que en ese sentido, la Iglesia hace un pedido al Gobierno nacional, y le: “Reclamamos una atención especial sobre este puerto, el más importante de Colombia”.
Monseñor Rubén Darío Jaramillo, Obispo de Buenaventura bendijo esta ciudad portuaria desde un helicóptero para pedir el fin de la violencia y de la pobreza que sufre la población.
Según indicó la Diócesis de Buenaventura , el Prelado bendijo la ciudad este viernes 4 de febrero por la tarde, en un sobrevuelo que se inició en el aeropuerto de Buenaventura y que duró aproximadamente una hora y media.
El Obispo roció el agua bendita por los lugares por donde pasaba e hizo en repetidas ocasiones la señal de la cruz con un crucifijo.
En un video compartido por la Diócesis de Buenaventura, Mons. Jaramillo dijo que la bendición la hizo sobre “la ciudad, los ríos, los esteros, la población” para pedir “a Dios que bendiga nuestro puerto, nos ayude a las autoridades y a todos los que construyen la paz y hacen la buena voluntad de buscar siempre el bien de toda la comunidad”.
“Que venga la bendición de Dios e ilumine y ayude a aquellas personas que usan la violencia para que desistan de sus intereses, para que veamos que la vida es sagrada”, dijo el Prelado en declaraciones a medios locales.
“Queremos aportar y ayudar para que podamos regresar a los campesinos adonde siempre han estado viviendo. No pueden ser sacados a través de la amenaza o de las armas”, agregó.
A fines de enero, la Defensoría del Pueblo solicitó actuar ante el desplazamiento de al menos 700 personas que huyen de “la intimidación y amenazas de hombres armados”, que se identifican como miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, conocidas también como Clan del Golfo.
EWTN
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