¿Qué pasa cuando el Banco de la República aumenta la tasa de interés?

Al subir la tasa de interés, entre otros muchos efectos, el más importante y de mayor impacto para el sector empresarial y para la economía, es el incremento de los créditos, de suerte que las empresas verán incrementado el costo de su financiación y sus costos en general, redundando esto en una menor rentabilidad.

Mientras mayor sea la demanda, mayor es la tasa de interés, dado que los agentes tienen mayor disposición a adquirir préstamos, aunque la tasa aumente. Si la demanda disminuye, las tasas deben disminuir para atraer a los agentes a obtener crédito.

El efecto de subir las tasas es muy rápido: sube el valor del dinero y los inversionistas deciden dejar de gastar y más bien ahorrar. Los compradores nos damos cuenta de que las tarjetas de crédito pueden resultar costosas, y bajamos las compras. Las empresas piensan mejor sus inversiones.

La economía colombiana inició ayer un nuevo ciclo de tasas altas. La junta directiva del Banco de la República elevó en 25 puntos básicos su tasa de interés, del 1,75% que traía desde septiembre de 2020, a 2%.

Esto no solo implica el final de la ola de tasas bajas que trajo la crisis sanitaria, sino también que tras cinco años el Emisor volvió a incrementar su indicador de intervención.

La última vez que el Banco de la República subió su tasa fue el 1 de agosto de 2016, cuando la incrementó 25 puntos, a 7,75%.

Si bien la junta decidió por unanimidad iniciar un proceso de normalización de la política monetaria, el ritmo en que se llevará esto a cabo no fue un consenso, pues tres miembros se distanciaron de la decisión mayoritaria y votaron a favor de un aumento de 50 puntos básicos.

Dentro de los elementos que llevaron a la junta a tomar esta decisión, y que explicó el gerente general del Banco, Leonardo Villar, está el hecho de que en el tercer trimestre la economía retomó su senda de recuperación, que en agosto la inflación continuó su tendencia al alza y se situó en 4,4%, así como la persistencia de choques externos.

De hecho, esto llevó al Emisor a revisar también su pronóstico de crecimiento para este año, que estaba en 7,5% y se elevó a 8,6%.

Tras la reunión, los analistas y el mercado en general enfatizaron en la posibilidad de que el proceso de ajuste sea más acelerado de lo esperado.

Redacciòn