La creciente ola de inseguridad que sacude a Neiva y Colombia entera cobró la vida ayer de un suboficial de la Policía.
El intendente Andrés Mauricio Patio Torrente, fue atacado a bala a manos de sicarios vestidos de overoles de una empresa de telefonía. El crimen podría tener relación al ejercicio de sus funciones como investigador criminal indicaron las autoridades huilenses.
Andrés Mauricio Patio Torrente, salió como de costumbre de su lugar de trabajo rumbo a su vivienda a almorzar; sin embargo poco antes de llegar a su destino, sujetos en moto que previamente le habían seguido los pasos, lo interceptaron y lo asesinaron de cinco disparos.
El crimen ocurrido a plena luz del día, en un concurrido sector de la capital opita, conmocionó a toda la ciudadanía, además de encender las alarmas en las autoridades ante la desbordada y temible racha de homicidios que atraviesa la capital huilense.
Sicarios vestidos con overoles de una empresa de telefonía y a bordo de una motocicleta de alto cilindraje, le salieron al paso al suboficial que como de costumbre utilizaba la misma ruta; cada segundo fue milimétricamente calculado por los delincuentes, quienes hicieron uso del tiempo perfecto para consumar el crimen, devolverse para confirmar y escapar por una vía alterna, donde metros más adelante se deshicieron de la vestimenta, tratando de evadir toda responsabilidad.
Andrés Mauricio Patio Torrente, recibió cinco disparos, en la cabeza, cara y cuello; mientras el uniformado cayó al pavimento, los homicidas quienes ya se habían dado a la fuga, se devolvieron y confirmaron que en efecto estuviera sin vida y para no darle el mínimo chance de hacerle el quite a la muerte, le propinaron otros impactos.
Las cámaras de seguridad revisadas por compañeros del uniformado asesinado, confirmaron que cuadras más adelante, los hombres se quitaron los overoles y botaron toda evidencia; con este y otro material en poder de los investigadores, buscan identificar en tiempo record a los criminales y así efectuar las respectivas capturas.
El sargento del Grupo de Infancia y adolescencia de la Policía Nacional, quien se movilizaba de civil y con su arma de dotación, no tuvo tiempo para reaccionar, los disparos fueron fulminantes e incluso una mujer que se encontraba muy cerca del lugar en un restaurante, resultó levemente lesionada, al ser impactada por una de las balas; afortunadamente minutos más tarde fue auxiliada y se encuentra fuera de peligro.
Las autoridades ofrecen entonces una recompensa de hasta $100 millones a quien de información sobre el paradero de los responsables.
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