Solo hay algo comparable al placer de hallar un amigo, y es precisamente el dolor de perderlo. Puerto Tejada le dice Hasta Siempre al luchador incansable, al Quijote de todos los tiempos, al eterno comandante, al inquieto vigilante de la ciudad , pero sobre todo al padre, al hermano, al amigo de la buena tertulia, de sus vecinos, de su pueblo y una ciudad que siempre amó y de todos los ciudadanos por las causas justas.
Ha fallecido a la edad de 90 años uno de los personajes más emblemáticos de Puerto Tejada. “El Comandante” como cariñosa y popularmente se le conoció a Eddie Azcárate Mejía.
El Comandante para varias generaciones de Portejadeños, simbolizó fuerza, energía, obsesión por la seguridad y la convivencia ciudadana,pero sobre todo compromiso para combatir criticando discretamente las injusticias y las equivocaciones de los gobernantes con la municipalidad.
Vamos muy seguramente a extrañar la necesidad de sentir el palpitar de su palabra franca, de sus ideas conservadoras, su mirada profunda, la gestualidad de sus manos y la claridad mental para recordar muchas anécdotas que tienen que ver con la misma historia de su natal Puerto Tejada ; y que el Comandante Eddie contaba hasta sus últimos días sentado en las afuera de su residencia dejando en quienes tuvieron el honor de conocerle el aliento para seguir existiendo, para seguir batallando por una mejor ciudad y ser gratamente recordado.
Difícil resultará alejarnos de las historias que tejió con su memoria prodigiosa cuando personificada su condición de Inspector de Policía y la persecución implacable contra los «raponeros» de la época en un pueblo que gritaba “Cójanlo…” y la alerta perseguidora del Comandante con el “Ojo VIVO…!”.
Estuvo al servicio de la Policía Nacional ,la Aduana de entonces y siempre militó en su partido Conservador con el pundonor que lo caracterizaba.
Eddie Azcárate solía asistir a las inauguraciones de las grandes obras que marcaron historia y dejaron huellas imborrables o a los sepelios de personajes e hijos ilustres que habían dejado huella en Puerto Tejada y desde el atril del altar del templo recordaba con el más mínimo detalle las tareas en vida de los difuntos con su árbol genealógico, destacando su virtudes y obras en la comunidad.
Con gratitud, y deseando paz en su vida eterna, despedimos al “Comandante Eddie”, expresando a sus hijos, familiares y demás allegados, nuestras condolencias y solidaridad en estas horas de resignación con la certeza que él siempre vivirá en el corazón de sus seres queridos y amigos cercanos.
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