La Traumatóloga Juliana Rojas Neira en un comunicado, presentó disculpas por el cuestionado comentario en una cadena de Wasspat en donde insta eliminar al menos 1000 indios: «Quiero presentar públicamente mis más sinceras disculpas a la comunidad indígena y a todas aquellas personas que se hayan sentido justificadamente ofendidas con expresiones totalmente equivocadas que utilicé en un chat privado y que se filtraron a un medio de comunicación. Lamento mucho, como ser humano, haberme dejado permear del contexto de terror que se está viviendo en la ciudad y pido disculpas públicas por haber dicho las expresiones que escribí desde el miedo, el agobio y la impotencia que sentí».
En la noche del domingo se conoció que la Clínica Imbanaco en Cali, donde trabajaba la profesional de la salud, anunció que tomó la «decisión de finalizar de manera unilateral el contrato que media la relación con una médica adscrita (…) toda vez que no representa los valores y el actuar de nuestra organización».
El sábado 8 de mayo en una marcha de habitantes de la comuna 22 hubo mensajes al paso de una chiva con la frase ‘Cali se respeta’. Un día después, cuando se bloqueó en la vía a Jamundí la llegada de una caravana de carros escalera, ocupados por las comunidades nativas, en la avenida Cañasgordas, se inició un enfrentamiento en el que salieron lesionados 11 indígenas, quemados dos carros y otros daños, entre Pance y Ciudad Jardín.
La médica Rojas Neira dice que «aunque nada justifica mi desafortunado comentario, reconozco que me equivoqué y lamento haberme dejado llevar por mis emociones en medio de la gran angustia y estrés ocasionado por el difícil momento en el que estamos sumergidos los habitantes de Cali. Ese desafortunado comentario lo hice dentro de un entorno de colegas que consideraba cercanos, pero quienes me conocen, saben que jamás intentaría algo parecido a lo que ahí se expresa. He dedicado mi vida entera a cuidar de los demás. Mi más grande vocación es a ser médica y a sanar a las personas; y es en el ejercicio diario de esta labor, que por años he contribuido a la comunidad ¡salvando vidas! Esto es lo que me define como persona ¡lo que me levanto a hacer todos los días!».
En las disculpas públicas de la doctora Juliana Rojas Neira sostuvo que: «lo que ahí exprese no consulta ni representa los valores personales de los demás miembros del grupo ni los institucionales de la clínica. Esta terrible equivocación ha provocado que mi nombre, teléfono e imagen se difundan en las redes. También he recibido amenazas directas y serias. Temo por mi vida y la seguridad de mi familia, especialmente por la de mis pequeños hijos».
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