Adoraciones  al  Niño Dios en Puerto Tejada en Defensa del Territorio

En Puerto Tejada este viernes 9 de  Abril   en la conmemoración del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado se realizó una  muestra de  las Adoraciones al Niño Dios, una de  las  tradiciones de la palabra que se rehúsa  a  desaparecer  en la oralidad Afrocaucana.

El escenario fue  el  polideportivo del barrio  El Hipódromo  en inmediaciones  de  la Institución Educativa José Hilario López, otrora  referente  del  saber y la enseñanza en el Norte  del Cauca.

Organizadas por La Fundación De Líderes Comunitarios Forjadores De Paz- Funforpaz, que lidera  la  abogada  Martha Quintero y con el auspicio  del Instituto Municipal de Cultura y Turismo IMCYT, La Unidad de Organizaciones Afrocaucanas – Uoafroc,El Palenque Alto Cauca y El Ministerio de Cultura, se llevó a  cabo una presentación de estas  tradiciones que muestran  como las manifestaciones culturales ancestrales han venido expresando  la riqueza étnica, religiosa, de costumbres, tradiciones y formas de vida de poblaciones que  como en Puerto Tejada, están siendo fortalecidas como expresión organizativa  del  territorio Nortecaucano.

Las adoraciones al niño Dios se  han convertido en  un ritual religioso celebrado por la cultura afro caucana en las que se intenta con estas  presentaciones conservar intactos  muchos de los aspectos referentes a la génesis de estas fiestas y su proceso de organización.

Bajo la caracterizada interpretación  de grupos  como  las Cantaoras de  Manato de  Villarica se ha logrado  transmitir de generación en generación y que por lo general la responsabilidad recae en la rama femenina.

Una agrupación de mujeres que  han sido finalista en el  Festival Petronio Álvarez expresaron en su representación e indumentaria de los protagonistas, geniales declamaciones de los devotos espontáneos que,  que recitaban poemas de alabanza al niño Dios.

Otra de las particularidades de estas fiestas son los bailes y las letras de la música que muestran un sincretismo entre la tradición religiosa católica y las expresiones propias de las culturas afro, asentada  en lo que en sus  albores fue refugio y palenque  de ex esclavos que se internaban en los  recodos  de los  Ríos, La Paila, El Palo  y El Cauca, como expresión de  resistencia y amor al generoso territorio de la  espesa  manigua y fértiles tierras, bañadas por esta  cuenca hidrográfica.

Para  Luis Arbey Mina Vargas, coordinador  del  Instituto Municipal de Cultura y Turismo IMCYT  “Este  es  un evento que dinamiza  la  cultura de  la región, que  integra y fortalece nuestra identidad Cultural afrocaucana y que merece  todo el apoyo, pues lleva  consigo la  impronta  de las raíces de  la música que rescata la  tradición oral, en un espacio de  paz  e  integración  comunitaria”.

La puesta en escena  en esta tarde  en Puerto Tejada, estuvo a  cargo de  las  Cantaoras de  Manato de  Villarica a manera de una obra de teatro que conjuga la música, el baile y la declamación, con un aire de antigüedad que introduce a los participantes en un pasado remoto.

“ Siento que  esta  es  una  oportunidad  para  expresar la  necesidad de  comenzar  a  exportar  el legado  ancestral  y las bondades de nuestros  pueblos, marcando  una  ruta  en  la  recuperación la  trascendentalidad de  los  territorios, focalizando y vendiendo la parte y grandeza de Puerto Tejada, dejando a un lado la  estigmatización de la  fama de  violentos”  sostuvo  el  licenciado en filosofía  y educador Didier  Martínez  Lasso.

Para Martha Quintero  ”Conservar una expresión cultural   como las  adoraciones  al  Niño Dios es un legado ancestral que forma parte de la memoria Nortecaucana que se convierte una resistencia cultural explícita que nos  invita  a la preservación de nuestra identidad”.

El  sicólogo Fabio Hurtado García  considera  que ”Esta labor  de Funfunpaz  es  una  excelente forma  de  mantener viva, esa memoria, esa  lucha, esa resistencia de nuestros antepasados. Ver cómo los  adultos mayores  entregan este  legado  a las  nuevas  generaciones  nos  conmueve, para que en el tiempo persistan estas  expresiones, gracias  al  Ministerio de  Cultura  que  ha creído y  apoyado estas  jornadas  de  integración”.

Es  así  entonces  que  estas festividades tienen  un carácter comunitario en el que se expresa un fuerte vínculo de unión social. Por ejemplo, la danza de la fuga o juga es eminentemente colectiva, involucra a todos los participantes   en donde la autoridad de los adultos mayores son los depositarios de la tradición y confianza.

Camila Cifuentes  Valencia

Redacciòn