El juez 10 de conocimiento de Bogotá condenó al expresidente de la Corte Suprema Francisco Ricaurte Gómez por ser integrante del denominado y corrupto «Cartel de la Toga».
Durante la audiencia, fueron expuestos los puntos más importantes del caso de la organización criminal que supuestamente Ricaurte habría conformado al interior del sistema judicial.
Durante la audiencia, Ricaurte Gómez no solo fue condenado por los delitos de concierto para delinquir, cohecho propio, tráfico de influencias y utilización de información privilegiada; sino que además, el juez ordenó su captura inmediata.
CTI de la Fiscalía hizo efectiva la captura del exmagistrado Francisco Ricaurte Gómez, quien se presentó al Centro de Servicios Judiciales de Paloquemao para atender la orden del Juzgado Décimo de Conocimiento de Bogotá, que emitió sentido de fallo condenatorio en su contra.
Con esta condena histórica contra el entramado de mayor corrupción en la justicia colombiana, luego de que el juez emitiera sentido de fallo condenatorio en contra del expresidente de la Corte Suprema, se dio la palabra a las partes para que se refirieran a la pena a imponer por los delitos imputados y la Fiscalía pidió que se le condene a una pena de 286 meses de prisión, es decir 23 años y 8 meses de prisión y que la pena se cumpla en centro carcelario. Igualmente, que se le imponga una multa de 562 salarios mínimos.
La Procuraduría consideró que la pena tendría que ser de tan solo 16 años de cárcel y una multa de 336 salarios mínimos, considerando la calidad de exfuncionario del máximo escenario de la justicia colombiana.
El exmagistrado cartagenero Francisco Ricaurte viene de familia política y tuvo un hermano, a quien le decían “Naruto”, que fue condenado por narcotráfico. Pasó por la presidencia de la Corte Suprema de Justicia y por “puerta giratoria” llegó al Consejo Superior de la Judicatura. Hoy se convirtió en uno de los condenados por el cartel de la toga.
Ahora Francisco Ricaurte, afectado de salud y ad portas de entrar a la tercera edad, cómo lo alegó su defensa, volverá a prisión mientras su equipo de representantes pelea, en segunda instancia, la posible absolución del exmagistrado.
Por ahora, todo indica que Ricaurte Gómez pasará los próximos años de su vida lejos de su natal Cartagena, ciudad que lo vio nacer como abogado y en donde creció al lado de una familia afín a la función pública. Su padre Rafael Ricaurte fue un connotado dirigente Conservador en la ciudad amurallada y uno de sus hermanos, José, fue alcalde menor en La Heroica.
Para llegar a esta sentencia una de las piezas claves fue el exfiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, uno de los testimonios considerados en el juicio y quien declaró contra Ricaurte acogiéndose a un principio de oportunidad. Moreno aceptó ser parte de “una organización criminal para favorecer a los que eran amigos de Francisco Ricaurte o a aquellos que se acercaran a esta organización bajo la apariencia de legalidad”.
Lo que el juez del caso (Guillermo Adame Suárez) estaba investigando era la acusación de la Fiscalía, entidad que señaló a Ricaurte de promover y dirigir una descarada organización criminal entre 2013 y 2016.
Y eso no lo hizo solo. También se ha señalado al exmagistrado Leonidas Bustos, al exfiscal anticorrupción Moreno, al abogado Leonardo Pinilla y el exmagistrado de la Sala Penal Gustavo Enrique Malo Fernández. Todos actuaban para direccionar procesos penales a cambio de dinero.
Según fuente judiciales, lo que se hacía criminalmente al interior de la Corte Suprema era manipular los casos para los siguientes objetivos: conseguir información privilegiada, retardar los trámites, instrumentalizar medios de comunicación para restar credibilidad a testigos y hasta alterar evidencias, todo con el objetivo de obtener decisiones con apariencia de legalidad.
Luego de darse el conocimiento del fallo, el abogado de la defensa, Juan Sebastián Fajardo, insistió que impondrá recurso de apelación, y argumentó que debería tenerse en cuenta la cooperación que Ricaurte ha tenido para con el proceso debe tenerse en cuenta par cuando se realice la audiencia de sentencia. Afirmó también que mientras esto no suceda, el exmagistrado debe gozar de la presunción de inocencia; el juez hizo evidente que el fallo ya se decidió.
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